FOTO 8 | El 0.5% considera que el 5G será un incentivo para el crecimiento del Internet de la Cosas (IoT).
FOTO 8 | El 0.5% considera que el 5G será un incentivo para el crecimiento del Internet de la Cosas (IoT).

Ha sido tanto un dogma como una ley de los conservadores durante más de 20 años: las empresas privadas y no el gobierno deberían guiar el futuro de las telecomunicaciones de Estados Unidos.

Así que para muchos fue una sorpresa desagradable cuando un proyecto de propuesta que insta a una fuerte participación gubernamental en la próxima generación de redes móviles rápidas surgió desde la Casa Blanca de Donald Trump, quien ganó la presidencia luego de prometer recortes masivos a las regulaciones.

"No somos Venezuela", dijo el representante Greg Walden, republicano por Oregon y presidente del Comité de Comercio de la Cámara de Representantes, en una reunión de política en Washington. "Que el gobierno se haga cargo, la controle, probablemente –sin duda– no sea el camino a seguir".

El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés), Ajit Pai, republicano elegido por Trump, fue aún más directo: "Me opongo a cualquier propuesta de que el gobierno federal construya y opere una red 5G nacional".

La propuesta se origina en las preocupaciones sobre China y la ciberseguridad, según dos funcionarios de la administración familiarizados con los planes, a quienes se les garantizó el anonimato para referirse al tema. Las preguntas no resueltas incluyen el alcance del financiamiento de los contribuyentes y si una red de quinta generación, o 5G, sería propiedad del gobierno, dijo uno de los funcionarios.

Si el gobierno federal participa directamente en la construcción de una red inalámbrica destinada a uso comercial, sería una desviación de la tradición de décadas de subastar licencias a compañías de telecomunicaciones para que construyan sus propias redes. El servicio telefónico ha estado en una senda de desregulación durante décadas, incluida la legislación en 1996, sobre la que el presidente Bill Clinton dijo que "promueve la competencia como la clave para abrir nuevos mercados y nuevas oportunidades".

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo en la sesión informativa del lunes que las conversaciones se encuentran en una etapa inicial y que no hay otra decisión que no sea "la necesidad de una red segura".

Los demócratas no fueron más benevolentes que los republicanos con la idea de un papel importante del gobierno en una red 5G.

"La administración de Trump ha decidido que son, de hecho, más listos que el mercado competitivo", dijo en una publicación de un blog Tom Wheeler, quien precedió a Pai como presidente de la FCC. Por otra parte, el senador Mark Warner, de Virginia, calificó de "cara y duplicada" una red 5G nacionalizada.

Sus dispositivos conectados obtendrán un impulso de 5G: GráficoLa posibilidad de una red nacionalizada, sin embargo, se basa en una prioridad de la administración Trump. "Mejoraremos la infraestructura digital de EE.UU. mediante la implementación de una capacidad de internet 5G segura en todo el país", indicó en diciembre la Casa Blanca en un documento que describe su estrategia de seguridad nacional.

Es probable que la propuesta sea un "globo de prueba" lanzado para medir las reacciones, dijo Rick Boucher, exmiembro del Congreso y presidente del área de estrategias gubernamentales del bufete de abogados en Sidley Austin. "Creo que pondrá fin a eso", dijo Boucher.

El plan proviene de asesores de seguridad nacional de la administración, que están preocupados por los riesgos que podrían surgir si EE.UU. llega a depender de los equipos chinos para sus redes 5G, dijo en un informe Blair Levin, asesor de políticas de New Street Research.

El equipo de seguridad nacional buscó formas de acelerar el despliegue de las redes 5G estadounidenses, "aparentemente concluyendo que los planes actuales de despliegue son demasiado lentos y demasiado limitados para propósitos de seguridad nacional", dijo Levin.

Las posibilidades de éxito del plan "están significativamente por debajo del 50%", en parte debido a la oposición de la industria, dijo Levin, quien añadió una advertencia: "Si se enmarca como una preocupación de seguridad nacional, es más difícil alejarse de la promesa".

Para tener éxito, tendrá que superar la hostilidad de los conservadores, de los que normalmente se espera que apoyen a la administración.

"No entiendo por qué tendríamos que nacionalizar", dijo John Cornyn, de Texas, el republicano con el segundo mayor rango en el Senado. "Creo que hay otras medidas que podemos tomar"