:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/V6HUCRD77ZHMJA732OQT2PNMQQ.jpg)
El Nissan Leaf que se encuentra en la entrada de la casa de Paul Kershaw, en las afueras de Cambridge, Inglaterra, puede parecer un automóvil más esperando que su conductor salga a dar una vuelta. Pero el vehículo eléctrico ha sido más que un medio de transporte. También proporciona electricidad a artefactos, luminaria y otros equipos del vecindario que se alimentan de la red eléctrica.
El intercambio de energía es parte de una prueba lanzada en el 2019 por Ovo Energy Ltd., el segundo mayor proveedor de energía del Reino Unido. Cuando Kershaw se enteró del programa, solicitó ser una de las 330 personas en registrar su automóvil como dispositivo de almacenamiento de energía.
“Utilizo mi coche solo el 1% del tiempo, así que sabiendo que mi coche está ahí, es genial saber que está activo y que está haciendo algo, que se está utilizando para equilibrar la red”, dijo Kershaw.
El único requisito clave: tener un Nissan Leaf. El modelo, lanzado en el 2010, es el único vehículo eléctrico de pasajeros en producción que ofrece lo que se conoce como capacidad de vehículo a red, esencialmente, un flujo de electricidad bidireccional que permite al propietario cargar la batería o enviar energía cuando la red lo requiera.
A medida que los principales fabricantes de automóviles, desde Bayerische Motoren Werke AG hasta Fiat SpA, están lanzando nuevos modelos de vehículos eléctricos, la iniciativa global para electrificar el transporte está cobrando fuerza. La demanda de automóviles representará un 10% del uso total de energía en Estados Unidos y Europa para el 2040, según BloombergNEF, el grupo de investigación de energía limpia de Bloomberg LP. Pero los autos que funcionan con baterías también pueden suministrar energía.
En el Reino Unido, que junto con EE.UU. lidera el camino en proyectos de vehículo a red, aprovechar las baterías de los vehículos permitiría a los operadores de la red satisfacer más de una cuarta parte de la demanda máxima de energía para fines de la década.
Para Stephen Fitzpatrick, director ejecutivo de Ovo, uno de los primeros desafíos fue comprender qué podía motivar a los clientes a participar. Los que participaron en la prueba obtuvieron más de 4.8 millones de kilómetros de conducción gratis, siendo Ovo quien pagaba la carga, además de la posibilidad de reducir las facturas de electricidad del hogar. Al alimentar la energía de la batería a la red, a los propietarios de vehículos se les paga como proveedores de energía.
La conveniencia fue una consideración clave para Kershaw, de 50 años. “Estoy en casa y sabía que en las horas pico mi vehículo estaría disponible y completamente cargado”, dijo. “Pude conectar el vehículo al cargador de red sin cambiar ninguna de mis rutinas en lo absoluto”.
Otros participantes expresaron su preocupación por el agotamiento de la batería debido al uso continuo. ¿Terminaría esto con la vida útil de la batería más rápidamente? Ovo trabajó con los químicos de baterías durante más de un año para estudiar las baterías y aseguró a los de la prueba que permanecieran dentro de la garantía que Nissan emite a los propietarios de Leaf.
“Pudimos mejorar la vida útil de la batería al no dejar las baterías completamente cargadas durante la noche”, dijo Fitzpatrick. “Si desea prolongar la vida útil de la batería, lo mejor que puede hacer cuando enchufa su automóvil es reducir la energía a aproximadamente un 50%. Ese es el nivel más estable para la batería”.
Sin embargo, existen algunos inconvenientes. El costo del hardware y la instalación del vehículo a la red es más alto que el de un cargador inteligente. Se espera que el precio actual, de alrededor de US$ 4,840, baje a US$ 2,800 dentro de dos o tres años a medida que aumente la producción. Los participantes en la prueba de Ovo podrán quedarse con su cargador, pero el costo podría ser una barrera importante para los consumidores.
“Cuando ya se ha gastado mucho dinero en el automóvil, creo que la mayoría de la gente pensará que quiere el cargador más barato que pueda conseguir’”, dijo Kershaw. “Esa fue parte de mi preocupación”.
Ovo tiene planes de implementar a escala comercial la modalidad de llevar la carga de vehículos a la red eléctrica, dijo Fitzpatrick, respaldado por un cambio en los protocolos de carga que se producirá en el 2025 y que debería facilitar a los fabricantes de automóviles el uso de la carga bidireccional.
Según el analista de BloombergNEF James Frith, aprovechar la potencia de las baterías de los vehículos eléctricos ayudará a los operadores de red a gestionar mejor los suministros inestables e inadecuados.