Los peligros de 'colgarse' a una red wifi pública.

El ahorro de datos en el teléfono ha cambiado las prioridades de los consumidores. Si antes al llegar al restaurante lo primero que se pedía era la carta, hoy la pregunta clave es: ¿cuál es ?

Y si bien los megas se conservan mejor que la propia billetera, puede que colgarse de cada red que se encuentre resulte más caro de lo que piensa.

"Hoy los hackers pueden ingresar a plantas de tratamiento de agua potable o una refrigeradora", planteó a Gestion.pe Jocelyn Otero, directora para Latinoamérica de . ¿Entonces, por qué debería detenerlos un smartphone?

Lo primero que debería tenerse en cuenta es que las redes wifi públicas son una puerta que se abre por ambos lados. Es decir, si bien cuenta con acceso a la red de Internet, esta red tiene acceso a su teléfono (ver vídeo).

"Uno acepta las condiciones de una aplicación para que acceda a sus datos personales, con la wifi es lo mismo", observó Otero.

Hoy encontramos empresas que voluntariamente ofrecen su clave wifi con un objetivo en mente: construir una base de datos.

"Está dando libre acceso a su información. Una vez que accede a una wifi abierta, su dispositivo está abierto. Pueden acceder a todo", advirtió.

Y el mejor de los destinos es la construcción de una base de datos para enviarle promociones, descuentos y más spam. Si el hacker tiene un propósito más nocivo, puede causar bastante daño.

La extorsión es una idea lejana. ¿Recuerda las llamadas falsas con el familiar secuestrado? Pues, si tiene acceso a la agenda, y sabe (vía GPS) en qué lugar está la víctima, el asunto se hace más fácil.

Otras opciones más macabras pueden incluir el robo de datos personales, información financiera o incluso activar la cámara de un dispositivo para espiar al usuario.

La clave siempre es la prevención. Y no abusar de la cortesía de extraños. Otra opción saludable es buscar un software que identifique redes seguras. Pero la moraleja siempre es la misma: no entregar sus datos personales a cualquiera.