Redacción Gestión

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(Bloomberg).- En Silicon Valley se desarrolla una reñida carrera por el desarrollo de software que facilite incorporar tecnología inteligente artificial a prácticamente todo, y Google ha pasado a la delantera.

Los especialistas en informática de Google, entre ellos Jeff Dean y Greg Corrado, crearon software llamado TensorFlow, que simplifica la programación de sistemas clave que sostienen la inteligencia artificial. Eso ayuda a Google a hacer que sus productos sean más inteligentes y tengan mayor capacidad de reacción. Es importante también para otras compañías, ya que el software hace mucho más fácil crear programas de computación que aprendan y mejoren de manera automática. Más aún, Google lo regala.

Para algunos competidores, sin embargo, adoptar el estándar de Google tiene una gran desventaja. Utilizar TensorFlow le permitirá a Google reclutar más especialistas en inteligencia artificial mediante el recurso de capacitarlos con la misma herramienta que usa en el plano interno, con lo cual puede observar su trabajo y contratar a los mejores. También podría permitirle ejercer una fuerte influencia en el creciente ecosistema de IA. Si el gigante de internet domina ese campo, podría obtener ventaja en el negocio de la computación de nube de rápido crecimiento, lo que convertiría la popularidad de su software en ingresos reales.

"Es el próximo gran campo, y muchos temen que Google vaya a apropiárselo", dijo Ed Lazowska, un profesor de informática de la Universidad de Washington que se ha desempeñado en la junta técnica asesora del laboratorio de investigaciones de Microsoft Corp. "Hay un efecto de red, y la verdad es que es un sistema excelente".

En un primer momento, Google usó TensorFlow en el ámbito interno para productos como sus aplicaciones Inbox y Photos. La compañía lo distribuyó de forma gratuita en noviembre. Empresas de tecnología como Microsoft Corp., Amazon.com Inc. y Samsung Electronics Co. se apresuraron a regalar sus propias versiones con la esperanza de aprovechar al máximo el hecho de que los desarrolladores usaran su sistema.

La compañía que gane se beneficiará de los intentos colectivos de miles de desarrolladores que usan su sistema, pero que también lo actualizan y mejoran. Se trata de una ventaja a la hora de ganar dinero con el nuevo activo. Quien tenga el software más popular tendrá la mejor oportunidad de crear servicios comerciales de nube para IA porque los posibles clientes ya sabrán cómo usarlo.

Amazon y Samsung se negaron a hacer declaraciones, mientras que Microsoft no contestó el miércoles las solicitudes de declaraciones.

El éxito en esos tipos de proyectos de fuente abierta en ocasiones tiene grandes retornos. Google lanzó Android de forma gratuita en el 2008 y ahora, con más de 400,000 desarrolladores y más de 1,000 millones de usuarios, es el sistema operativo móvil más usado. Google genera miles de millones de dólares al año a partir de avisos en los aparatos con Android, y la comisión que recibe de los ingresos que perciben los desarrolladores de aplicaciones sostiene el sistema operativo.