Liesl Hros Isler, cofundadora y directora comercial de CityWallet.

La innovación no conoce de fronteras ni nacionalidades; si un producto o servicio prueba ser útil para sus usuarios, será bien acogido en cualquier mercado. Tal es el caso de cada vez más  que se expanden en la región para atender diversos desafíos gracias al uso de las nuevas tecnologías.

La reciente Cumbre Global de Emprendimiento , organizada por EE.UU. y el país anfitrión, Holanda, sirvió de vitrina para una treintena de emprendedores sudamericanos en busca de más inversión para hacer crecer sus negocios. Además de la startup peruana  y su tecnología para agricultura y riego, también participó en el evento un grupo de  con soluciones para diferentes rubros, como salud, agua y pagos electrónicos.

Gestión pudo conversar con tres de estos emprendedores para conocer sus historias y los retos que significa emprender un negocio en la atribulada Venezuela. Liesl Hros Isler, cofundadora y directora comercial de , comenta que esta startup nació de la necesidad de facilitar el pago por horas de estacionamiento en Caracas, ante la crisis de efectivo que vive su país.

Los pagos se realizan a través de tarjetas o pulseras que pueden ser recargadas con dinero desde la app de CityWallet. Actualmente, la empresa también opera en Chile, en el sector de lavanderías, y viene analizando su incursión en el mercado peruano en un rubro aún por definir. "Estamos estudiando dónde hay la necesidad de hacer micropagos a diario", dijo Isler.

Su compatriota, Raúl Gonzalez, fundador y CEO de RGA Engineering International, llegó a la en Holanda para presentar ante los inversores sus servicios de eficiencia energética y suministro sostenible de agua potable. Esto último a través de plantas solares de desalinización que ya operan en Venezuela, República Dominicana y otros países de Centroamérica y el Caribe.

Raúl Gonzalez, fundador y CEO de RGA Engineering International.

"Entre nuestros clientes tenemos a municipalidades y empresas turísticas con instalaciones en lugares remotos que necesitan un suministro sustentable de agua. Cada planta, que produce 5,000 litros de agua al día y cuya instalación cuesta unos US$ 80,000, está desarrollada para consumir lo mínimo de energía y su mantenimiento puede ser realizado por la misma comunidad o instalación remota", dijo el empresario y consultor.

Consultado sobre los desafíos de innovar en Venezuela, Gonzales subrayó que la economía en su país es muy restrictiva y los proyectos de innovación requieren de mucha creatividad para poder dedicar recursos a su desarrollo. "No existen ni incentivos fiscales, ni crediticios para uno decir que tiene fondos para trabajar. Sin embargo, la inventiva se abre paso y siempre hay propuestas para las situaciones y problemas que tenemos en el país y en el mundo", anotó.

La salud no podía quedar de lado entre las innovaciones presentes en  GES 2019. Es así que la startup takeaHand, fundada por jóvenes venezolanos y colombianos, apuesta por una renovada tecnología ortopédica basada en impresión 3D y escáneres. "Desarrollamos la nueva generación de prótesis en un modelo de producción distribuida, capacitando a los maestros protesistas para crear fábricas inteligentes de prótesis. El emprendimiento nace como una idea en Venezuela en el 2014 y se consolida como empresa en Chile en el 2015", explicó América Silva, cofundadora y CEO de takeaHand.

Sobre la novena edición de la cumbre, Silva resaltó que GES 2019 fue "una gran oportunidad para ampliar el networking, conseguir posibles socios en otros países para crear centros de producción y también partners en tecnología para seguir avanzando en el desarrollo del campo protésico".

América Silva, cofundadora y CEO de takeaHand.

El dato

En total fueron cinco las startups venezolanas presentes en GES 2019, que se desarrolló en La Haya el 4 y 5 junio. Brasil y Chile contaron con seis empresas cada uno, seguidos por Colombia con cinco.