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Las últimas 36 horas han reforzado el papel de Europa como la policía más dura frente a las gigantes tecnológicas estadounidenses.

Con una oleada de anuncios, reguladores de todo el continente indicaron que realizarán un control continuo a Silicon Valley durante el año que viene. El miércoles, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que Uber Technologies Inc. debe ser regulado como un servicio de transporte, lo que constituye un golpe a los intentos de la compañía para evitar las reglas de los taxis y los requisitos de licencia.

La decisión del tribunal se produce después de las contundentes declaraciones realizadas el martes por los principales reguladores alemanes y franceses. Andreas Mundt, el principal regulador de la competencia de Alemania, que cimentó su carrera luchando contra los cárteles de cerveza y salchichas, atacó a Facebook Inc. en relación con su mal uso de los datos de los usuarios.

Al otro lado de la frontera, el regulador de privacidad francés causó a Facebook otro dolor de cabeza, al dar un mes a su aplicación de mensajería WhatsApp para que deje de compartir datos con su empresa matriz.

E incluso el viernes pasado, las autoridades italianas ordenaron a Amazon.com Inc. que pagara 100 millones de euros (US$ 118 millones) para poner fin a una investigación fiscal sobre evasión de impuestos.

Los anuncios culminan un año en el que las autoridades europeas han luchado contra las mayores compañías tecnológicas de Silicon Valley. Algunos de los enfrentamientos más notables fueron la disputa de Apple con Irlanda en 2016 sobre la decisión de pagar US$ 15,000 millones en impuestos atrasados; el golpe a Google de Alphabet Inc. con la multa récord de US$ 2,800 millones por los anuncios de compras; y las investigaciones que tuvieron que enfrentar Facebook, Twitter Inc. y YouTube por la difusión de contenido extremista y discurso de odio.

Quizás el ejemplo más perturbador de la creciente desconfianza de Europa hacia las grandes tecnológicas se produjo en septiembre, cuando la comisaria europea de Justicia, Vera Jourova, calificó a la red social Facebook como "una autopista para el odio" y reveló haber eliminado su cuenta personal en la red social.

Hay poca evidencia para sospechar que el 2018 será más fácil. Estos son algunos de los campos de batalla que se avecinan el próximo año:

Google enfrenta más sanciones antimonopolio relacionadas con su software para teléfonos Android y su posición dominante en la publicidad en línea. Un tribunal decidirá si Uber debe perder su licencia de taxis en Londres, el mayor mercado europeo de la compañía.

Facebook, además del escrutinio antimonopolio adicional, enfrentará una mayor presión para tomar medidas enérgicas contra la información falsa y otros contenidos dañinos en su plataforma, al igual que Twitter y YouTube.

Las nuevas reglas de privacidad que entrarán en vigencia en 2018 otorgarán a los reguladores de cada país europeo más autoridad para multar a las empresas de tecnología por recopilar o compartir de manera inapropiada los datos de los usuarios.

Mientras que los partidarios de la regulación dicen que Europa está realizando un control muy necesario frente al poder de las compañías globales de tecnología, los defensores de la industria dicen que socava los intentos de la región para producir sus propias empresas de tecnología de influencia mundial.

"Este es un golpe a la ambición de la UE de construir un mercado único digital integrado", dijo hoy Computer & Communications Industry Association, un grupo de la industria, tras la resolución sobre Uber.

Lo que no está claro es el impacto que están teniendo las acciones de Europa. Apple, Amazon, Alphabet y Facebook reportaron resultados récord en el 2017, lo que demuestra que los modelos de negocio de las compañías están más sanos que nunca, a pesar de las nuevas multas y regulaciones.

Si bien Estados Unidos ha adoptado un enfoque de no intervención para regular la industria de la tecnología, esto podría cambiar a medida que crezca su poder.

"Existe una creciente presión en los EE.UU. para tratar a las grandes empresas tecnológicas de manera más agresiva, pero no está claro si ese esfuerzo tendrá éxito", dijo Michael Carrier, codirector de la organización sobre política de información Rutgers Institute for Information Policy and Law de Nueva Jersey.

El mayor riesgo para Silicon Valley podría ser si se imita el enfoque de Europa. "El resto del mundo considerará a los Estados Unidos y Europa como unas guías para sus análisis sobre las grandes empresas tecnológicas", dijo Carrier.