Tailandia
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Los esfuerzos de Elon Musk por ayudar en el rescate de las 13 personas atrapadas en una cueva en Tailandia finalmente no fueron requeridos, pero el multimillonario confía en que su "submarino del tamaño de un niño" podría ser utilizado en algún momento en el futuro.

Buzos y voluntarios realizaron el martes el rescate del resto de los niños y su entrenador de fútbol en la cueva Tham Luang. El gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osotthanakorn, uno de los líderes de la misión de rescate, dijo que el equipo de Musk era "tecnológicamente sofisticado" pero "no práctico", según la BBC. "No encaja con nuestra misión para entrar en la cueva", dijo Osotthanakorn.

Musk se sintió agraviado por el comentario y defendió el proyecto en Twitter. Señaló que los ingenieros de su compañía de cohetes, Space Exploration Technologies Corp., que construyeron el submarino, dijeron que estaban "absolutamente seguros" de que el vehículo subacuático podría completar todo el viaje después de las conversaciones con los buzos y la "exhaustiva revisión de videos de la cueva".

Musk publicó una imagen de un intercambio de correos electrónicos con Richard Stanton, un buzo británico en el sitio, que lo animó a seguir desarrollando la cápsula. Musk también refutó la caracterización de la BBC de Osotthanakorn como un "jefe de rescate".

Musk, junto con equipos de SpaceX, trabajó arduamente durante el fin de semana en la sede de la empresa en Hawthorne, California, para diseñar, construir y probar una cápsula de rescate de aluminio, continuando el esfuerzo mucho después de que el primer grupo de niños fuera rescatado.

La cápsula mide aproximadamente 66 pulgadas por 16 pulgadas (aproximadamente 168 centímetros por 41 centímetros). El módulo a prueba de filtraciones tenía un cono frontal para protegerlo contra el impacto de las rocas y puede resistir la presión del agua del sistema de cuevas, dijo Musk.

Los videos de pruebas realizadas en la piscina de la escuela secundaria Palisades Charter High School, a unas 20 millas (32 kilómetros) de la sede de SpaceX, mostraban a los buzos arrastrando el receptáculo por el agua, levantándolo y despresurizándolo.

Se veía a un ingeniero que había estado al interior del estrecho espacio y parecía tener el espacio suficiente para caber mientras estaba acostado con los brazos cruzados sobre el pecho.

La cápsula de aluminio llegó luego de las ideas de rescate anteriores que Musk sugirió, entre ellas usar un tubo inflable con cámaras de aire, y otro tipo de módulo hecho de Kevlar. Musk tuiteó el lunes que la cápsula estaba "lista si era necesaria" y que la dejaría en Tailandia "en caso de que pueda ser útil en el futuro".

Con algunas modificaciones, el proyecto podría ser útil en una futura misión con cohetes, escribió Musk. "También podría funcionar como una cápsula de escape en el espacio".

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