MWC 2018 abre en una Barcelona aún marcada por la tentativa secesionista

El Mobile World Congress (MWC), gran cita anual de la telefonía móvil, abrió este lunes en Barcelona con una visita del rey de España, en medio de la persistente tensión entre Madrid y los independentistas catalanes, tras el fallido intento de secesión.

Cataluña se mantiene bajo tutela del gobierno central desde la proclamación el 27 de octubre de una "República Catalana", que no se materializó. Dos pequeñas manifestaciones, una a favor y la otra en contra de la monarquía, marcaron la ceremonia de inauguración del congreso la noche del domingo.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, sin ser secesionista, y el presidente del Parlamento catalán, el independentista Roger Torrent, rompieron el protocolo y se abstuvieron de darle la bienvenida en la recepción oficial al rey de España Felipe VI.

Ambos le reprochan al jefe de Estado no haber mencionado directamente a los heridos de las cargas policiales durante el referéndum de autodeterminación, realizado el 1 de octubre en Cataluña pese a la prohibición de la justicia.

No obstante, Colau participó en la cena oficial con el monarca y lo acompañó este lunes por los pasillos del congreso.

Las autoridades buscan que no se manche la imagen de Barcelona, tras unos últimos meses del año pasado ensombrecidos por la baja del turismo y la salida de la sede social de más de 3,000 empresas por la inestabilidad política.

Los grandes partidos renunciaron a convocar manifestaciones y tampoco está prevista ninguna huelga al margen de este congreso, muy importante tanto en términos financieros como para el renombre de la ciudad.

Cuidar la imagen
El impacto económico del MWC, organizado por el consorcio global de operadores de telecomunicaciones GSMA, sobrepasa los 470 millones de euros para la región, en un evento que se prolonga por cuatro días y espera recibir unos 108,000 visitantes.

En un editorial publicado este lunes el diario catalán La Vanguardia se destaca que "el incidente con el rey y las manifestaciones ciudadanas ligadas a su visita no tengan consecuencias".

El MWC "es el escaparate de los grandes cambios tecnológicos de todo el mundo. (...) Debemos cuidar su imagen para seguir siendo referentes", dijo el ministro de Turismo español, Álvaro Nadal.

En los pasillo del MWC, bajo vigilancia de la policía, que preveía utilizar incluso drones, los visitantes pueden descubrir los últimos avances de la industria, en particular los relativos a la muy esperada tecnología 5G, una conexión móvil que acelerará exponencialmente la transmisión de datos.

También tendrán acceso a los dispositivos electrónicos que deleitan a los aficionados de las nuevas tecnologías: anteojos de realidad aumentada que sirven para fotografiar, emojis parecidos a los usuarios que reproducen sus expresiones o una aplicación que permite controlar el apetito a través de un estímulo eléctrico.

En un contexto marcado por la baja de las ventas de los teléfonos inteligentes a nivel mundial a fines del 2017, según el gabinete especializado Gartner, más de 2,000 expositores, operadores, industriales, fabricantes de teléfonos móviles o empresas emergentes, llegados de 200 países, exponen las principales tendencias.

Representantes de organismos españoles u organizaciones internacionales estarán presentes en esta edición, como el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim; del ente regulador de las telecomunicaciones de Estados Unidos, Ajit Pai; o el comisario europeo a cargo del mercado digital, Andrus Ansip.

Fabricantes de automóviles (Ford, BMW...), el aeronáutico Airbus, o ligas deportivas, de fútbol o la NBA, están presentes en los pasillos del congreso.

Contrariamente a las ediciones precedentes, sólo un fabricante de teléfonos móviles, el número uno, Samsung, presentó su nuevo modelo bandera de alta gama: el Galaxy S9.