El último domingo se comenzó a jugar en Doha y Dubái la etapa de clasificación para el Australian Open (AO), campeonato que recién este año se ve afectado directamente por la pandemia. Después de ocho meses de negociaciones con las autoridades locales, la directiva del AO acordó que la etapa estelar del torneo vaya del 8 al 21 de febrero.
Privilegios
Se prevé que unos 1,270 jugadores y sus colaboradores lleguen en vuelos chárter a finales de la próxima semana a Melbourne, donde se espera que cumplan una cuarentena de 14 días. Pero la reducida oferta hotelera de esa ciudad ha obligado al jefe del Abierto de Australia, Craig Tiley, a tomar otras medidas.
En ese sentido, los participantes del torneo estarán divididos en dos burbujas: una en Adelaida, destinada a los tenistas de más ranking de la ATP y la WTA, y otra en Melbourne, para el común de los jugadores.
“Puedo confirmar que estará por encima de los US$ 30 millones”, ha declarado Tiley al medio local The Age sobre la inversión que requerirán las dos semanas de cuarentena de los tenistas. Son unos costes que, además, no dejan de crecer y que todavía no contemplan los imprevistos que puedan surgir cuando empiecen a llegar los primeros jugadores.
A ello se suma la polémica por el trato diferenciado que recibirán las estrellas. Tenistas como Rafael Nadal, Novak Djokovic, Dominic Thiem, Simona Halep, Serena Williams o Naomi Osaka estarán en Adelaida. Allí, además de participar en un torneo de exhibición a finales de enero, tendrán mayores libertades que quienes permanecerán en Melbourne.
“Incluso podrán beneficiarse de un gimnasio en el hotel y podrán hacer sus ejercicios, que no contarán para la cuota de cinco horas (que todos tenemos). Casi podrán vivir normalmente”, se quejó el tenista Jérémy Chardy.
Incentivos
En cuanto a los premios económicos que recibirán los tenistas que acudan al primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia seguirá la tendencia impuesta en los torneos similares después de la pandemia. Es decir, campeones, finalistas o semifinalistas se llevarán menos dinero que en 2020, mientras que los jugadores que sean eliminados en las primeras rondas verán un aumento en los incentivos económicos.
Por ejemplo, los que pierdan en primera ronda recibirán US$ 100,000, un 11% más que el año pasado. Por el contrario, el que resulte campeón del campeonato, se llevará a casa US$ 2.8 millones, un 33% menos que el 2020. En total, se repartirán US$ 49.2 millones, cantidad que tuvo un 13.6% de incremento con respecto al año pasado.
Cuotas
Sin Roger Federer en el primer Grand Slam (ver En Corto), la balanza se inclina rápidamente a Novak Djokovic y Rafael Nadal.
Si el serbio logra conquistar en Australia, la cuota que se pagaría asciende a 2.10, mientras que si el español hace lo propio, cada sol apostado se multiplica por seis, según Betsson.
Asimismo, también están las cuotas que pagan por la victoria de grandes tenistas como Daniil Medvedev (6.50), Dominic Thiem (6.50), Alexander Zverev (15.00) y Stéfanos Tsitsipás (13.00).
Por último, están las grandes cuotas que se pagarían por la hazaña de grandes tenistas que regresan al ruedo tal como Denis Shapovalov (35.00) y Andy Murray (35.00).
EN CORTO
Motivos. Roger Federer se perderá el primer Grand Slam de la temporada y es la primera vez en 22 años que el suizo se ausentará de este torneo. La razón va más allá de la lesión de rodilla que lo aquejó durante el 2020. Según el director de relaciones del Australian Open, el motivo sería la cuarentena que se impone incluso a las familias de los tenistas. Federer desistió también de asistir solo.