La agenda cultural atraviesa por tiempos de cambio, tras la propagación de la pandemia. Los gestores del sector se apoyan más que nunca en las plataformas digitales. Pero ello implica una transformación que no se puede hacer de la noche a la mañana. Alexandra Bryce, miembro del consejo directivo del Museo de Arte de Lima (MALI) y presidenta del Comité de Adquisiciones de Arte Contemporáneo (CACC), comenta los primeros cambios en la institución.
¿Cuáles serán los primeros servicios en adaptarse al entorno digital?
Los productos educativos representaron el 55% de los ingresos del MALI en el 2019. Por eso, no solo mejoraremos nuestra plataforma para llegar al público que asistía presencialmente, sino también para tener un alcance nacional.
Entonces tienen planes de expansión incluso...
Un comité curatorial ya está trabajando en contenido que también puede generar interés en países de la región.
¿Cuántos cursos se podrán dictar?
Intentamos adaptar todos y generar nuevos. La mayoría de cursos líderes y talleres los recibían niños. Además, estaban relacionados al canto, la danza, el arte y el dibujo. Transformar eso a lo digital no es fácil.
Las subastas también generan un ingreso importante al MALI. ¿Se sabe para cuándo se reprogramarán?
La subasta de verano, que estaba prevista para marzo, se espera realizarla en setiembre de forma virtual, pero todavía está por confirmar.
En otros museos se han implementado recorridos virtuales...
La visita a un museo es irremplazable. Si bien se están ajustando las tecnologías para tener una conexión con el arte lo más cercana posible a la presencial, creo que la emoción que despierta esta no tiene comparación.
¿Qué cambios se han hecho en la agenda entonces?
El museo pretende abrir hacia fines de año y poner dos muestras que se quedaron montadas en marzo. Si no se puede hacer visitas presenciales, podemos usar las nuevas tecnologías para hacer una visita virtual.
¿Y el resto de exposiciones que tenían planeadas en el año?
Todas las muestras del 2020 estaban financiadas. Esperamos que podamos contar con el resto de aportes que nos fueron confiados a comienzos de año. Hacia setiembre, teníamos previsto inaugurar “Imaginarios Contemporáneos”, cuyas obras han sido adquiridas gracias al CACC.
La pandemia obliga a las industrias a adoptar modelos más sostenibles. Para los museos, esto tendría que ver con la logística y costo económico del traslado de colecciones. ¿Cómo impactaría esto al MALI?
Museos de fuera nos han pedido muestras antes y eso representa otro ingreso importante. Por otra parte, no veo que traigamos muestras de afuera en el futuro cercano. Es momento para mirar lo que el Perú tiene para ofrecernos. Me refiero al arte local y no solo al de Lima.
¿La coyuntura impactará en los precios de las obras o en la cantidad de encargos para artistas?
Aún no lo tengo tan claro, porque los proyectos de corte internacional están por el momento suspendidos. No es prudente adelantar juicios aún sobre cómo se va a comportar el mercado y menos aún sobre cuáles serán las dinámicas poscovid. Lo que se puede adelantar es que habrá voluntad de muchos agentes e instituciones de apostar por contenidos y mercados locales.