BBVA Perú: “Hay un liderazgo que te otorga el puesto y otro que se trabaja a diario”

¿Siempre estuvo vinculado al sector financiero?

A los 19 años, cuando estudiaba Ingeniería Industrial y Sistemas, tuve un negocio con un grupo de amigos de la universidad. En su momento, fue muy disruptivo. Nos dedicábamos a vender agua embotellada. Ahí me di cuenta de que me gustaba el rubro empresarial.

¿Cuánto tiempo mantuvo el negocio?

Cuatro años, y tuvo éxito. Pero como ingeniero, me di cuenta de que necesitaba capacitarme desde el punto de vista de los negocios. Decidí venderlo y fui a hacer un MBA a Ciudad de México y vivía en Monterrey. Al concluir esos estudios, empecé a trabajar en BBVA.

¿Qué enseñanzas le dejó esa experiencia?

En aquel momento, no entendía claramente lo que hacíamos, pero ahora lo veo más claro. Aprendí que hay disrupciones en el mercado y que los límites se los fija uno mismo. Aunque no te conozcan, si eres persistente, lo logras.

¿Aún se comunica con sus exsocios?

Uno de ellos sigue con el negocio. Es un comercializador de harina, azúcar, abarrotes y otros productos de primera necesidad.

¿Qué retos plantea dirigir una empresa?

Cuando se asume una responsabilidad como la que tengo ahora, te das cuenta de que hay un liderazgo que te otorga el puesto y otro que se trabaja a diario. Debes ser muy empático con la gente, estar muy cerca y escuchar realmente.

¿Es la primera vez que asume una gerencia general?

A los 43 años, lideré una compañía de seguros subsidiaria de BBVA. Trabajé mucho para llegar ahí. Fue una experiencia muy enriquecedora y de sentimientos positivos. Pero también uno piensa si realmente estará listo. ¿Podré?

¿Cómo equilibra lo laboral con su vida privada?

Creo que en la vida debe haber un balance entre lo profesional, familiar, social y espiritual. Tengo cuatro hijos y a mi esposa. Siempre trato de tener espacio con ellos. También me gusta mucho compartir con los amigos.

¿Tiene algún hobby?

Soy muy activo en redes sociales. Me gusta estar en contacto con muchas personas, intercambiar ideas y tener diferentes puntos de vista. Uso bastante Twitter y LinkedIn.

“Mis amigos me preguntan si extraño los tacos, pero no, porque encontré una oferta gastronómica genial en el Perú”.

¿Y en lo deportivo?

En México, hacíamos una carrera vertical en la sede central, de 50 pisos. Era un gran esfuerzo que me encantaba. También disfruto de los deportes acuáticos y otros que comparto con mis hijos, como el motocross.

¿Fue difícil decidir mudarse a Lima para asumir esta gerencia?

Es la primera vez que cambiamos de país por temas laborales. Cuando le di la noticia a mi esposa era un Día de la Madre. Lo que sería una celebración se convirtió en una decisión de familia. Se nos quedó marcada esa fecha.

¿Cómo lo ve en retrospectiva?

A un año de la plática con mi esposa y mis hijos, pues estamos felices y cada vez más peruanos.

¿Qué es lo que más extraña de México?

A mi familia y mis amigos. Aquí tenemos una comida espectacular. Espero que falte muchos años para irme del Perú. Cuando eso pase, extrañaré muchísimo la oferta gastronómica.

¿Qué retos enfrenta por la coyuntura actual?

Con mis hijos. El problema y ventaja con ellos es la cantidad de interacciones que tienen en las redes sociales. Entonces, comparan cómo se vive la cuarentena en otros países. Ahí empieza el reto, porque debo explicarles nuestra situación, que es diferente a la que viven sus amigos en otras economías. Les transmito que esto es por su bien y por el de los demás.

HOJA DE VIDA

• Nombre: Fernando Eguiluz Lozano.
• Cargo: CEO de BBVA Perú.
• Nacionalidad: Mexicana.
• Edad: 48 años.
• Estudios: Ingeniero industrial y de sistemas.
• Educación: Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.