Café de especialidad: insumos y métodos para un nuevo público

Tomar un café es ahora mucho más que una excusa para reunirse. Se ha convertido, en los últimos años, en una experiencia de sabores y aromas que involucra nuevos tipos de este producto y públicos.

“Poco a poco, el consumidor peruano va dejando el café soluble o instantáneo y se interesa más por el café de especialidad (ver en corto)”, afirma Harry Neira, propietario de Neira Café Lab.

En ese sentido, las cafeterías de este tipo se han multiplicado en la capital. “Hace ocho años, los clientes habituales de la cafetería eran turistas norteamericanos o europeos de paso por Lima”, sostiene Ariana Medina, barista de Arábica Espresso & Slow Bar.

En la actualidad, sin embargo, son otros los interesados en probar las diversas bebidas hechas con o a base de café.

Nuevos en el café
Para Jaco Bezanquen, dueño de Milimétrica Espresso Bar, los jóvenes adultos son el nuevo público que tiene más curiosidad por el café de especialidad.

“Son personas que no solo vienen a probar nuevos tipos y métodos de preparar café, sino que también quieren aprender de dónde proviene o cómo se ha elaborado lo que están tomando”, explica.

“Son hombres y mujeres entre los 25 y 40 años, con un estilo de vida moderno, que no tienen miedo a experimentar”, agrega Medina.
Algo que también atrae a este nuevo público son los métodos alternativos para preparar el café, según Mauricio Rodríguez, barista que representará al Perú en el próximo Campeonato Mundial de Baristas en Ámsterdam.

“Existe una mayor apertura a probar cafés en métodos como el Chemex, V60, Aeropress o Toddy. Son métodos muy visuales donde se logra mostrar diferentes espectros sensoriales del café”, de acuerdo a Neira.

Además de las clásicas opciones que existen para disfrutar de este bebida, como el espresso, americano y capuccino, los clientes se aventuran a probar el café con nuevos insumos. Por ejemplo, con pisco, en el llamado “Ménage à trois”; con piña y un shot de limón, en un “Brewed Fruit”.

En corto

Calidad. Para que un café sea considerado de especialidad, tiene que cumplir ciertos parámetros en su proceso, desde el grano hasta la taza.
De acuerdo a los catadores, al ponerle un puntaje a sus características, el resultado debe ser superior a los 80 puntos.