El US Open comenzó el pasado 19 de agosto y las mejores raquetas del circuito compiten por llegar hasta las instancias finales. El torneo reparte este año US$ 57.2 millones entre los participantes, de los cuales el campeón y campeona se llevarán US$ 3.85 millones.

El incentivo económico aumentó a lo largo de los últimos 12 años (ver cuadro). Sin embargo, ¿qué tan lucrativo es ser un tenista profesional si no te apellidas Federer, Nadal o Williams?

John Isner, ubicado actualmente en el puesto 14 del ranking ATP Tour, sostiene en una columna de la revista que a pesar del crecimiento en premios económicos de los , generar ganancias al competir no es un gran negocio.

Razones

“A diferencia de atletas en una liga como la NFL o la NBA, que pueden confiar en sus equipos para cubrir la mayoría de gastos, un tenista es una empresa de un solo hombre”, afirma Isner. El salario de entrenadores, nutricionistas, agentes, entre otros miembros de su equipo, son pagados directamente de su bolsillo. Asimismo, tiene que solventar sus vuelos, comida y estadía cada vez que viajan a un torneo.

Incluso, hay torneos, como Wimbledon y el Abierto de Francia, donde los gastos se multiplican. “En esos casos, si no gano un partido, estoy en peligro de perder dinero solo por competir”, comenta.

Además de eso, Isner señala que la deducción de impuestos hace mermar la cantidad que reciben al obtener un título.

Según la distribución de sus egresos, un 45% de ellos se va en pagarle a su equipo. Asimismo, un 10% lo designa a costear sus viajes y otro 10% a los tickets aéreos de los integrantes de su staff. Para tener las cuentas claras, dedica un 10% a pagarle a un contador y asesor financiero. En alimentación suya y de sus entrenadores, un 15% adicional. Y, finalmente, también destina un 10% a gastos de medicinas, entrenamientos y cuerdas de raquetas.

Los sponsors y las reglas

Tener un sponsor es lo más cercano a tener un ingreso anual fijo, según el tenista estadounidense.

Pero no es fácil conseguirlos. Para llegar a los aficionados del , las marcas prefieren patrocinar un torneo en vez de un jugador, de acuerdo a Isner.

También cuenta que la gorra es el accesorio de su vestimenta deportiva más demandada por las empresas para lucir su logo. No obstante, cada Grand Slam tiene sus propias reglas y prohíben usar parches en ellas.

En el caso de las mangas de las camisetas, donde también se aprecian las marcas que patrocinan, los organizadores del campeonato deciden qué tamaño debe tener.

Un jugador como Isner puede hacer en un buen año entre US$ 3 millones y US$ 4 millones en auspicios al año, lejos de los US$ 86 millones de Federer.

En Corto

Cláusulas. Los contratos de patrocinio pueden ofrecerle bonos al tenista por llegar a la final de un torneo, pero también reducciones si baja de puesto en el ranking, por ejemplo. Según Isner, lo ideal es buscar un equilibrio entre ambos.



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