A veces llegan esos inevitables e infortunados días en que el mejor de los colaboradores decide retirarse de la empresa, y ni un cheque más pesado consigue retenerlo. Un episodio similar se vive en el caso de Leo Messi y el FC Barcelona. Estas son cuatro lecciones que deja este capítulo en el fútbol y el camino de acciones que sugieren hacer los reclutadores.
1. El reto de mantener la misma productividad
Cuando el colaborador más eficiente se va, el primer reto es conseguir reorganizar al equipo correctamente para mantener similares niveles de productividad. Puede tomar tiempo, pero también “sucede que dentro del equipo existen otros empleados con bastante potencial que son opacados por el colaborador ‘estrella’ y que luego de su salida dan a relucir su capacidad”, explica Álvaro Bellido, executive manager en CL Selection.
La clave es identificarlos y ejecutar un plan de reemplazos, dándole movilidad y aires nuevos a la organización, enfatiza Ricardo Fernández, socio de Amrop Perú.
“Se recomienda que, al reasignar las tareas entre quienes quedan, el líder se involucre personalmente en los detalles para poder entender si la persona que se retiró puede ser reemplazada por alguien del equipo, o si hay la necesidad de contratar a alguien de fuera”, añade Fernández.
2. Buscar nuevos aliados para elevar la motivación
Una salida de este tipo también tiene un efecto moral en el resto del equipo, según apunta Luis Ugarelli, director de BNI Perú. “Este atraviesa por un proceso de duelo al ver impactado su espacio de seguridad”, sostiene.
Asimismo, Ugarelli indica que el tiempo que tarde refundar el equipo dependerá de la curva de aprendizaje de cada empleado, su adaptabilidad y resiliencia.
La salida de un miembro muy querido genera muchas emociones, advierte Bellido. Por ello, el líder debe ser consciente de que su forma de responder impactará en el equipo. Además, sugiere “reflexionar e identificar las oportunidades de mejora e implementar acciones significativas que ayuden a aumentar la motivación en el grupo, y a reducir las posibilidades de volver a tener una salida similar”.
Fernández también sugiere identificar inmediatamente el nuevo mapa de influencias en el equipo que queda y que estas sean positivas. “Dependiendo de las circunstancias es aconsejable ‘empoderar’ públicamente a quien se quiera motivar para tomar el liderazgo vacante”, considera.
3. Lidiar con que se vaya a la competencia
Es probable que el colaborador trabaje para la competencia. En esos casos, “es importante tomarlo profesionalmente y dejar las puertas abiertas en caso quiera volver”, aconseja Bellido. El experto comenta que en muchas ocasiones los trabajadores se arrepienten de la decisión y terminan volviendo a su anterior empleador. “De ser así, los demás empleados verán que su lugar de trabajo es mejor que el de la competencia”, indica.
Por su parte, Ugarelli sugiere tener un mensaje generoso con quien se retire. Pero también apunta que “esa persona también tendrá su propio proceso de adaptación. Así que procuremos que el nuestro sea más eficiente y encontrarnos listos para competir como equipo antes que él esté listo en el suyo”.