Las medidas que se tomaron para combatir el COVID-19 significaron la paralización de las actividades del Museo de Arte de Lima (MALI). Las visitas a las salas de la colección permanente, e incluso las exposiciones temporales que estaban próximas a inaugurarse en marzo se vieron afectadas. Finalmente, la Subasta de Verano, prevista para fines del mismo mes, se tuvo que suspender.
“Todo lo que tiene que ver con educación, cursos, talleres y también los programas de extensión profesional se interrumpieron y, de manera repentina, tuvimos que cerrar nuestras puertas y suspender todo”, comenta José Antonio Ríos, gerente general del MALI.
Esto último ha significado un golpe fuerte a las finanzas de la institución, pues las actividades educativas representan el 70% de los ingresos operativos del MALI. El resto corresponde a otros conceptos, como taquilla, alquileres para eventos, restauración de obras de arte, entre otros.
“El impacto ha sido muy grande. Nuestros ingresos han disminuido drásticamente, pero gracias al aporte de los miembros de nuestro Patronato, el Programa Amigos del Museo y donaciones de personas que nos están apoyando se ha podido tener ingresos que nos permiten mantener las operaciones mínimas a fin de garantizar las actividades básicas de mantenimiento, seguridad, cuidado de las instalaciones y preservación de la colección”, afirma Ríos.
El MALI también ha obtenido un crédito en el marco del programa Reactiva Perú. “Esto, con la finalidad de estabilizar nuestro flujo financiero mientras se retoman, progresivamente, las actividades e ingresos con los que regularmente contamos”, indica.
Digital
En el corto plazo, el MALI se dedica a preparar contenido para una plataforma de e-learning que se encuentra desarrollando donde relanzará los programas de extensión profesional, cursos y talleres.
“Esto nos permitirá llegar no solo al público habitual, sino también extender nuestro alcance a provincias y, posteriormente, al extranjero con programas y conversatorios que cuenten con un contenido relacionado con nuestra colección”, detalla Ríos.
Existen, desde hace más de una década, dos comités de adquisiciones que financian con sus recursos la incorporación de nuevas obras al museo. Este año han donado gran parte de estos fondos a proyectos educativos, incluyendo el de transformación digital.
El museo también estrenará una nueva página web desde la cual brindará visitas virtuales a las exposiciones temporales y a la colección permanente. También proporcionará acceso al archivo digital y biblioteca.
Desde julio, el MALI ha organizado conversatorios vía Zoom con artistas, diseñadores y arquitectos que participan del catálogo Diseño 2020 del museo. Estos se seguirán realizando hasta la semana previa a la Subasta de Diseño que se realizará en formato digital y que ha sido programada para el 14 de octubre.
“Queremos que este esquema, este binomio conversatorio/subasta, no solo se aplique este año, sino también en el futuro, pues nos va a abrir una serie de posibilidades. Por ejemplo, en la subasta van a poder participar personas de otros países, al igual que en los conversatorios. Antes no existía un espacio digital en vivo donde confluían el público interesado, posibles coleccionistas y los artistas que están participando en la subasta con sus obras. Ahora sí, lo que da mayor alcance”, precisa.
Actividades presenciales
Las actividades presenciales se retomarán en la última semana de octubre con la muestra antológica de la fotógrafa Flavia Gandolfo y, en la primera semana de noviembre, se inaugurará la muestra Khipus.
“Para ello, el MALI ha elaborado un protocolo sanitario siguiendo los lineamientos del Ministerio de Salud y del Ministerio de Cultura a fin de brindar a los visitantes las mayores medidas de protección y seguridad”, señala Ríos. Agrega que, si bien la norma pide un 50% de aforo, el museo considera ir más allá y permitir solo un 30% de capacidad.
Con respecto a la colección permanente, se proyecta la reapertura de las salas del segundo piso del MALI recién durante el segundo trimestre del 2021.
“Asimismo, no hemos dejado de lado proyectos importantes como el de la remodelación de la fachada del MALI gracias al aporte del World’s Monument Fund (con fondos de la Unión Europea). Esperamos que esté concluido en junio del 2021, para que coincida con las celebraciones del Bicentenario de la Independencia”, afirma el gerente general del MALI.