Espacio de diálogo. Esa es la manera en que la , que se desarrollará desde el 26 de octubre hasta el 11 de noviembre en el Parque Kennedy (al que retorna tras cinco años), anhela posicionarse entre los amantes de la lectura.

Pues, para esta trigésima novena edición, se tiene previsto que un encuentro de los asistentes con escritores internacionales en torno a la narrativa y lírica latinoamericana actual, así como mesas de discusión con otros intelectuales en que el rol que ejerce la ciudadanía, serán ejes temáticos.

Nuevos lanzamientos

Según José Carlos Alvariño, presidente de la , las conferencias, ponencias y charlas girarán en torno a temáticas como referéndum, institucionalidad y ética en distintos niveles del Estado.

Esto se incluirá dentro de las 250 actividades que abarcan desde presentaciones de títulos, talleres y recitales.

De hecho, entre los lanzamientos de nuevos títulos, se encontrarán “Tetramorfos”, de Eduardo Chirinos; “¡Aplaca, Señor, tu ira!”, de Fernando Iwasaki; “Mujeres Batalla”, de Antonio Ojeda; etcétera.

La feria será también un espacio en donde editores latinoamericanos darán a conocer las experiencias y dinámicas de desarrollo de la industria editorial a partir de la implementación de diversas leyes del libro en sus respectivos países.

Esto a través del conversatorio “Experiencias Latinoamericanas: Proyectos Editoriales y leyes de libro”.

Oferta y circulación

Asimismo, con más de 80 expositores (Penguin Random House y Planeta solo estarán presentes a través de distintas librerías) y 80,000 títulos puestos a disposición, la propuesta del evento aspira a distinguirse por su amplitud.

Según Alvariño, una oferta diversa que va desde literatura infantil, juvenil, autoayuda hasta títulos de corte más académico buscará atraer a lectores de todos los rangos de edades y de distintos gustos literarios.

En tanto, este año la feria espera superar los 200,000 visitantes, lo cual prácticamente duplica las expectativas de ediciones anteriores.

“Esperamos superar esa cantidad porque el Parque Kennedy es un sitio de paso, de circulación natural, y queremos que sus visitantes se lleven una sorpresa agradable”.

Pese a que para esta oportunidad la feria tendría dimensiones más modestas (el stand más grande alcanza los 30 m2), Alvariño se mostró optimista en cuanto a la expectativa de visitantes, aunque indicó que la permanencia puede ser menor.

“Quizá las personas vayan a quedarse menos tiempo, pero habrá muchas más”.