"Las carnes rojas no son malas en sí mismas", precisó un representante del Colegio de Nutricionistas del Perú. (Foto: EFE)
"Las carnes rojas no son malas en sí mismas", precisó un representante del Colegio de Nutricionistas del Perú. (Foto: EFE)

La agricultura, la silvicultura y otros usos humanos de la tierra representan 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el ser humano.

Para reducir esta tendencia, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), en un estudio presentado en Ginebra, según el portal del WEF, sostiene que hay que comer menos carne.

Y es que el IPCC considera que el cambio global a favor del medio ambiente debe incluir un consumo de más alimentos a base plantas.

Pues reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero del ganado y liberaría la tierra para usos más sostenibles. Pese a esto, desde la institución, se ha señalado “no queremos decirle a la gente qué comer”.

No obstante rescata lo beneficioso que sería reducir el consumo de carne así como crear incentivos apropiados para ese efecto.

El informe también indica que los cultivos orgánicos son más contaminantes que aquellos que son convencionales.