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•Ricardo Silva. “Sobre el cielo de la historia“, del joven artista.

Dentro de toda la amplitud de la plástica peruana, han sido innumerables los creadores que han desempeñado un rol fundamental para un periodo o corriente determinados.

Serán justamente algunas de sus obras las que la tradicional subasta de verano del buscará reintegrar en el mercado de arte.
Esta vez, se trata de 60 lotes repartidos en seis sesiones y un lote extraordinario los que aguardarán por hacerse nuevos propietarios el sábado 2 de febrero en Playa del Golf (Balneario de Asia). De hecho, supone la subasta con más cantidad de sesiones en su historia reciente. La oferta es asimismo diversa.

Diversidad

“En toda subasta hay sorpresas, nunca se sabe a qué autor se le prestará más atención, pero tendremos un panorama de obras muy amplio, con manifestaciones diferentes”, dice Armando Andrade, presidente del Comité de Subastas del MALI, que además resalta la presencia de autores emblemáticos y nuevos talentos. Las miras recaerían en el estilo de Elena Izcue, reconocida por su rol decisivo en el descubrimiento del arte precolombino en el siglo XX, con el grabado “Joven indio” y collages. Así también en Alejandro González Trujillo, uno de los pintores más significativos del siglo pasado y conocido con el seudónimo Apu-Rimak, con dibujos en que reelabora las formas de la plástica prehispánica con un lenguaje abstracto; y José Sabogal, líder del indigenismo, con sus xilografías y óleos sobre tela.

Accesibilidad

Los lotes más costosos, que ostentan un precio base de entre US$ 8,000 y US$ 15,000, se hallan justamente en la cuarta categoría, mucho más enfocada en el legado de maestros del pincel. La pieza con la valuación más alta corresponde al modernista y surrealista, Ricardo Grau. La presencia femenina la concentra Cristina Galvez “con una escultura de gran rareza”, señala Andrade.

La puja también dedicará una sesión íntegra de postales así como fotografías. En este caso, de Martín Chambi, de quien se incluirá parte de su registro de Machu Picchu, junto a vistas de Arequipa, del Estudio Vargas Hermanos.

Las cerámicas, tapices en lana teñida y piezas en madera tallada también se harán notar.

Expectativas

“Hemos querido pensar en un precio introductorio tal que podamos fomentar el coleccionismo en los públicos que recién comienzan, pues hay un nutrido conjunto de obras por debajo de los US$ 5,000”.

Según Andrade, la expectativa de recaudación asciende a los US$ 120,000, ya que la proyección consiste en contar con más de 33 paletas (o potenciales compradores), “cifra considerable” para una subasta local.

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