Producción. Pauchi Sasaki hizo dos discos: “YUYU”( 2007 ) y “koPpu” ( 2011 ). (Foto: Diana Chávez)
Producción. Pauchi Sasaki hizo dos discos: “YUYU”( 2007 ) y “koPpu” ( 2011 ). (Foto: Diana Chávez)

Pauchi Sasaki probó la flauta y el piano antes de conocer el violín. Tenía apenas 5 años, así que tuvo que esperar algunos meses a que le trajeran uno de Japón a su medida.

Ahora, a sus 37 años, señala que ha compuesto música para más de 30 cortometrajes y largometrajes. Tiene una agenda de proyectos definida con un año de anticipación. En ese tiempo preparó tres composiciones para los pasados Juegos Panamericanos.

Se distingue por fusionar la música con la tecnología, ¿cómo inició en ello?

Cuando ingresé a la universidad nadie tenía laptops y al salir, sí. Fue como un momento bisagra. Me interesó cómo la tecnología se vuelve una extensión de nosotros, no solo una herramienta externa.

¿Por ejemplo?

Decimos más veces “hola” por celular que frente a frente. Estamos muy unidos con las interfaces, el ser humano está mutando su comportamiento. Y lo natural es que eso se empiece a expresar con nuevas costumbres y muestras artísticas.

¿Qué estudios siguió?

Llevé cursos de diversos estilos de música como judía en Nueva York, india en California. Fueron 4 años formativos. Luego decidí postular a una maestría en “Recording Media and Experimental Music”.

¿Qué aprendió allí?

Código y electrónica. Es cuando empiezo a diseñar instrumentos. Todo se tradujo en números. Ya no hablaba en función a notas o escalas, sino en frecuencias. Terminando la universidad gané el ‘mentorship program’ de Rolex. Ahí estudio dos años con Phillip Glass.

¿Qué instrumentos diseñó?

Tengo un violín extendido y el electromagnetic que es un instrumento con bolas de cristal. El sensor es una cámara que reacciona al movimiento de la luz en una cuadratura específica. Además, tengo el speaker dress (vestido parlante).

Se habla mucho sobre la falta de apoyo al artista...

Si quieres dedicarte a algo, demuestra que eres bueno, aunque no tengas el apoyo. Los peruanos somos recurseros.

“Ahora, más que generar material, estoy preparándome para esos viajes y presentaciones que demandan mucha logística”.


¿Cómo hizo usted?

Por 7 años, como no teníamos recursos, con mis amigos pedíamos permisos y hacíamos conciertos en galerías abandonadas, fábricas, baños, garajes. Cosas creativas y de bajo presupuesto.

¿Cómo ha rentabilizado su profesión desde entonces?

Creo mucho en la autodisciplina y en ser confiable. Por otra parte, como en toda empresa, se trata de ser consciente de que hay un tiempo de inversión. Habré invertido más de 10 años entre educación, tocar y no cobrar mucho, pero lo hago con todo porque es justamente en ese momento que uno muestra su calidad.

Y eso la llevó a Lima 2019...

Me comisionan proyectos. Para los Juegos Panamericanos me pidieron hacer el “Himno Nacional”, la “Sinfonía de las lenguas” y “El cóndor pasa” con Yma Sumac. También hago mucha música para cine. Hice música para dos películas de la Semana del Cine: “El viaje de Javier Heraud” y “Canción sin nombre”.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Viajaré a fin de año a París. Me gané una beca de la Universidad de Columbia para hacer una investigación de moda y nuevas tecnologías en música. Luego haré un concierto en Nueva York.

HOJA DE VIDA

Nombres: Pauchi Sasaki.

Profesión: Violinista. Artista experimental.

Presentaciones: Su trabajo ha sido presentado en Tokyo Experimental Festival, Art Basel Miami Week, Lincoln Center’s Mostly Mozart Festival, Carnegie Hall, etcétera.

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