Berlín (Reuters).- presentó hoy un proyecto de ley que exige a redes sociales como eliminar los contenidos difamatorios o amenazadores publicados o, de lo contrario, deberán enfrentar multas de hasta 50 millones de euros (US$ 53.15 millones).

"Este (borrador de ley) propone estándares vinculantes para la manera en que los operadores de redes sociales tratan los reclamos y les obliga a eliminar el contenido delictivo", dijo el ministro de Justicia, Heiko Maas, en un comunicado en el que anuncia la planeada legislación.

El incumplimiento podría resultar en la imposición de una multa de hasta 50 millones de euros para la compañía de la red social y de hasta cinco millones de euros para el individuo considerado responsable de la empresa en Alemania, detalló.

En el 2015, Alemania presionó a Facebook, Twitter y YouTube propiedad de Google para que se adhirieran a un código de conducta que incluye la promesa de eliminar el discurso del odio de sus páginas web en un plazo de 24 horas.

Una encuesta de la agencia de protección a la juventud del Ministerio de Justicia, divulgada el martes, reveló que YouTube pudo eliminar cerca del 90 por ciento de las publicaciones ilegales en una semana; mientras que Facebook removió o bloqueó solo el 39% del contenido considerado criminal y Twitter apenas un 1%.

"El proyecto de ley acaba de ser anunciado y estamos analizando los detalles ahora", dijo un portavoz de YouTube en un comunicado. "Seguiremos mejorando nuestros sistemas para asegurar que el discurso de odio ilegal sea tratado rápidamente".

Twitter se negó a comentar sobre la ley propuesta y Facebook no estuvo inmediatamente disponible para comentar. Ambas empresas han aplicado en los últimos meses herramientas para identificar perfiles y bloquear contenido ofensivo, respondiendo directamente a las quejas de los usuarios.

Alemania ya cuenta con una de las leyes sobre discurso del odio más duras del mundo que abarca la difamación, la calumnia, la incitación pública a perpetrar delitos y las amenazas de violencia. Las redes sociales han sido usadas para difundir contenido falso y racista, a menudo en contra de los más de un millón de migrantes que han llegado en los dos últimos años.