La Conmebol ya eligió a la nueva sede en la que se jugará la final de la Copa Libertadores, será el 23 de noviembre en el Estadio Monumental de Lima.

La idea original de la Conmebol -según da cuenta el diario Olé de Argentina- era que River y Flamengo se enfrenten en Asunción; no obstante esta sede fue descartada.

Por lo que apareció Medellín (Colombia) como segunda posibilidad, al igual que Lima y Miami (Estados Unidos) en la disputa.

Después de las primeras cuatro horas de conversaciones en las que no hubo acuerdos entre los miembros de la Conmebol, la definición pasó a un cuarto intermedio y ahí sí llegó la decisión: el Estadio Monumental de Lima con capacidad para 80,000 personas.

Como se recuerda, el Estadio Nacional de Santiago había sido elegido -en agosto del 2018- para la primera final única de la historia, pero tras las protestas en este país fue descartado.

A pesar de los millonarios contratos firmados y de la gran inversión que hizo Chile para recibir esta final, y más allá de que la semana pasada Cecilia Pérez, ministra de Deportes de este país estuvo firme para que se jugara en el Estadio Nacional de Santiago, las manifestaciones que continúan en Chile impidieron que River y Flamengo definan al campeón en el estadio originalmente previsto.


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