Gianni Hanawa tiene una premisa: la actitud siempre suma. El director comercial de Century Link confía en que las habilidades blandas son el motor para la interiorización de nuevos aprendizajes.

Fuera de oficina, disfruta del tenis y de la cocina. “Tengo el revés de Acurio y la capacidad de Federer para hacer un lomo”, dice entre risas.

Con casi 20 años en la compañía en los que recientemente pasó de ser Level 3 a Century Link, ¿hubo también un cambio en el estilo de liderazgo?

Creo que la compañía puede ir definiendo nuevos lineamientos, pero el liderazgo está más relacionado a las creencias personales y a un estilo propio. Con todos estos cambios, una de cosas que me ha tocado desarrollar fuertemente tiene que ver con la capacidad de adaptación.

¿A qué desafíos se ven enfrentados los actores de la industria?

A la capacidad de adaptación constante, al mismo tiempo la resiliencia. A veces uno se enfrenta a situaciones con un set de fortalezas que a veces no alcanza, y se debe desarrollar (otras) para sobreponerse.

¿Es lo que más valora en un equipo?

Actitud y compromiso. Yo creo que con mucha actitud se puede aprender conocimientos técnicos o ‘hard’, pero claramente se necesitan ganas.

¿La predisposición es lo que vale?

Exacto. El motor de motivación permanente, la capacidad de interiorizar situaciones nuevas para enriquecer el bagaje, es lo que más rescato.

En ese contexto, ¿cómo definiría su relación con sus colaboradores en el día a día?

Tenemos una política de puertas abiertas. Hay una definición de liderazgo equivocada que consiste en limitarse a dar órdenes. Hay que tener la capacidad de escuchar lo que dicen e incluso lo que no.

¿Saber a leer entre líneas?

Sí. Uno debe tener la capacidad de distinguir los diferentes perfiles que existen. Para mí es muy importante que seamos íntegros, entendiendo esto como ser consistente entre lo que se dice, piensa y hace.

¿Cómo se hace esto palpable?

Ayuda a tender los puentes necesarios para sostener conversaciones transparentes, francas, fluidas y directas. Y ser directo no tiene por qué ser interpretado como algo duro.

Ser directo muchas veces puede ser confundido con ser confrontacional, ¿cómo serlo sin herir susceptibilidades?

Absolutamente. Hay países en que tienen la capacidad de decir las cosas con total transparencia sin que sea tomado como algo confrontacional, nadie se siente ofendido.

¿Cómo se busca eso en la compañía?

Se puede criticar la gestión o las maneras, pero sin atacar a la persona. Eso creo que forma parte de la cultura de la compañía.

¿Es usted un workaholic?, ¿o creo que alcanza un balance?

Cinco años atrás hubiera dicho que sí era workaholic, pero entendí que cualquier extremo impacta. Yo tengo ascendencia japonesa, no lo oculto, o lo hago muy mal (risas) pero hace unos años reparé en una frase que traducida significa “si te caes siete veces, te levantas ocho”.

¿Cómo la asocia para lograr balance?

Por un lado tiene que ver con la resiliencia, también con la capacidad de reinventarse, seguir intentando. No es obligatorio ganar, sí lo es no rendirse. Eso me cambió la vida.

¿Por qué?

Uno intenta resolver los problemas y ganarlos siempre, y eso te hace workaholic, no hay escenario posible en que siempre ganes, o en que puedas hacer todo lo que estuvo en el To do list del día. Pero debes irte con la sensación de que hiciste lo que pudiste.

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Nombres: Gianni Hanawa.