Redacción Gestión

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(AFP) La fiscalía de Paraguay la sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) en Asunción a pedido del Departamento de Justicia de Estados Unidos, en el marco de las investigaciones por el escándalo de corrupción en la FIFA y en esa entidad.

La justicia norteamericana, que procesa entre otros a los expresidentes de la Conmebol, los paraguayos Nicolás Leoz y Juan Ángel Napout, requirió documentación oficial de los últimos 24 años existentes en los archivos de la matriz del .

Leoz, de 87 años y con prisión domiciliaria desde junio pasado, fue titular de la Conmebol por espacio de 27 años, desde 1986 al 2013, y Napout, de 57 años y en libertad condicional en Estados Unidos tras ser extraditado desde Suiza, adonde fue capturado en diciembre, presidió la Conmebol entre marzo y diciembre del 2015.

En la transición fue presidente el uruguayo Eugenio Figueredo, también enjuiciado por Estados Unidos y con prisión domiciliaria en Montevideo tras ser detenido en Zúrich (Suiza) en mayo pasado.

Se trata de un período en que el que también el argentino Julio Grondona, fallecido en julio del 2014, y el brasileño Ricardo Teixeira, fueron vicepresidentes de la Conmebol y de la FIFA.

Mientras Teixeira se encuentra procesado en el FIFAgate, Grondona aparece mencionado como "coconspirador 1" en los documentos judiciales de las autoridades estadounidenses.

En la mira contratos de TVLa fiscalía señaló en un comunicado que el procedimiento judicial fue solicitado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que en mayo pasado destapó un gigantesco esquema de sobornos, lavado de activos y fraude electrónico que implicó a varios dirigentes sudamericanos y del fútbol mundial.

"La comitiva procede a la búsqueda de documentación relacionada a concesiones de derechos comerciales y de difusión para eventos deportivos", advirtió la Fiscalía.

Según testigos, el presidente interino de la Conmebol, el uruguayo Wilmar Valdez, y el presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Alejandro Domínguez, se encontraban en el edificio durante la diligencia judicial.

La sede de la Conmebol tenía inmunidad diplomática desde 1992, privilegio que le fue retirado en junio del 2015, un mes después de la detención en Zúrich de varios dirigentes de la región durante un congreso de la FIFA.

En dicho congreso fue reelegido pese al escándalo el suizo Joseph Blatter, quien fue suspendido en diciembre pasado por ocho años. Blatter había renunciado al cargo el 2 de junio, cuatro días después de ser reelegido para un quinto mandato.

Lista de caídosAlfredo Montanaro, abogado de la Conmebol, calificó como una "irresponsabilidad" el procedimiento judicial.

"El allanamiento se hace cuando nadie quiere dar (documentación). Me parece muy extraño. Hemos colaborado con la justicia de Estados Unidos, de Uruguay, de Paraguay", dijo Montanaro en declaraciones a la radio ABC (730 AM).

La Conmebol se encuentra inmersa en un escándalo de corrupción que ha puesto tras las rejas a , entre ellos sus tres últimos expresidentes (Leoz, Figueredo y Napout).

De los dirigentes que figuraban como presidentes de las diez asociaciones sudamericanas en el 2013 (año en que la Conmebol firmó unos cuestionados derechos de televisación aceptando millonarios sobornos) ninguno se encuentra hoy al frente de sus entidades y gran parte de ellos están bajo reclusión carcelaria o domiciliaria.

La lista es frondosa: Julio Grondona (Argentina, ya fallecido), José María Marín (Brasil, en libertad condicional en EE.UU.), Rafael Esquivel (Venezuela, preso), Carlos Chávez (Bolivia, preso), Napout (Paraguay, libertad condicional en EE.UU.), Luis Chiriboga (Ecuador, preso), Manuel Burga (Perú, preso), Luis Bedoya (Colombia, libertad condicional en EE.UU.), Sergio Jadue (Chile, libertad condicional en EE.UU.) y Sebastián Bauzá (Uruguay).

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Bauzá es el único que no ha sido señalado por la justicia.

Estados Unidos los acusa de crear y poner en marcha un multimillonario esquema de corrupción que incluye, entre otros delitos, pagos de sobornos por millones de dólares para vender derechos de difusión en televisión y comercialización de torneos y amistosos internacionales, utilizando el sistema financiero de ese país.