Redacción Gestión

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En todas las empresas, hay que sobresalen más que otros. Ellos son los que siempre terminan en el primer lugar, obtienen reconocimiento por sus logros y, finalmente, consiguen tener una trayectoria envidiable. Pero ¿qué es lo que hacen?, ¿en qué están enfocados? Aquí conozca algunas pautas:

Estar obsesionado con la productividadLos mejores empleados tienden a trabajar en negocios que aman: logran desempeñarse en aquello que les apasiona. En consecuencia, rara vez la preocupación de cómo ser más exitosos y productivos abandona su mente. Pero los grandes talentos también tienen que dedicarse a otras actividades para darle a su mente la oportunidad de descansar y recuperarse.

Resolver problemas La resolución de problemas es la piedra angular del éxito. Los empleados promedio tienden a pasar más tiempo compitiendo frente a otros para ganarse el aplauso de sus superiores en lugar de dedicarse a resolver los problemas que aquejan a la organización. Pero los verdaderos colaboradores no están interesados en recibir alabanzas, ellos quieren conseguir buenos resultados. Precisamente, esto marca la diferencia entre los que logran escalar en la pirámide corporativa y los que no.

Tomar riesgosLos excelentes líderes tienen dos objetivos principales: aumentar los ingresos y sacar lo mejor de las personas que lideran. Eso podría significar ser impopular al empujar a la gente más allá de su zona de confort. Los grandes nunca juegan a lo seguro cuando se trata de dirigir a sus equipos a través del cambio.

Tener una fuerte éticaLos buenos colaboradores entienden que el mercado los recompensará con un sinfín de oportunidades gracias a su ética. Debido a ésta, muchos empleados logran avanzar de manera extraordinaria a lo largo de su vida profesional.

Encontrar un coachSi usted quiere aprovechar al máximo su potencial, contrate a un entrenador o consiga un mentor. Los mejores profesionales no se preocupan por satisfacer su ego cuando se trata de mejorar sus resultados, todo lo que están buscando es una ventaja, por pequeña que sea. Y, precisamente, en este proceso, un coach es de mucha ayuda.