Redacción Gestión

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Los errores principales que puede cometer un parten de no saber exactamente qué es lo que quiere hacer con su trabajo y a quién se está dirigiendo al enviar información, sostiene Miguel Ugaz, autor del blog .

Según Ugaz, a partir de esta base, los desaciertos de los relacionistas públicos generalmente son pensar que todo lo que tienen entre manos es una noticia y no saber explicarles a sus clientes en qué consiste realmente su trabajo.

La tortura a los periodistasLos medios siempre tratan de buscar aquello que no se dice. En cambio, las marcas generalmente destacan notas que definen su agenda publicitaria.

En este caso, resalta Ugaz, el "tiene que revisar las características que debe tener un hecho para ser noticia, como el interés social, su relevancia, proximidad, entre otras".

Si la información que el PR requiere difundir no corresponde a lo que un medio de comunicación apunta, debe buscar otra clase de canales en los que puede encontrar a su público, como .

"Evaluemos primero si es una noticia o no, y si realmente vale la pena gastar nuestras balas en llamar a un periodista y torturarlo, porque a veces es lo que hacemos", comenta el experto en comunicación estratégica.

Jefe, perdón pero no soy amigo de los periodistasEl segundo error del relacionista público es no saber explicar su misión y el alcance que puede tener.

"Muchas veces no lo hacemos por temor, o porque no estamos capacitados para transmitir las cosas como son", refiere Ugaz.

"Debemos tener la capacidad de explicar a un cliente por qué los resultados no van a llegar por el camino que él cree que es el más fácil, como la foto en los medios".

Los clientes deben entender que los no son amigos de los periodistas y que es imposible "que levanten el teléfono y digan 'oye publica a mi cliente mañana y que sea en portada con foto y mención a la marca'", recalca el blogger.