¿Por qué creen que Dave Grohl no toca en Lima? (Foto: AFP)
¿Por qué creen que Dave Grohl no toca en Lima? (Foto: AFP)

En el Perú se han ofrecido conciertos de primer nivel. Han tocado aquí The Rolling Stones y Paul McCartney, y en unas semanas tendremos en escena a The Strokes y Muse. Pero hay unos cuantos artistas que se configuran como una espina en nuestro catálogo.

Hace poco tiempo se voceaba que llegarían a tierras peruanas músicos de la talla de Madonna, AC/DC o U2, pero todo quedó en rumores. ¿Qué le falta al país para recibir a una banda como Foo Fighters?

El primer problema es uno de espacio. No tenemos un gran recinto diseñado para albergar conciertos de gran asistencia, y lo más cercano a ello, tampoco está disponible.

“Para que venga una de estas bandas tendríamos que tener disponible el Estadio Nacional y ahí tenemos una dificultad porque es evidente y lógico que el estadio tenga como prioridad ser la casa de la selección peruana de fútbol”, señaló a Gestión.pe Jair Toledo, gerente de Marketing de Kandavu, empresa que produce conciertos y espectáculos en Perú.

En segundo lugar, la rentabilidad. Estos artistas suelen ser caros, por lo que productora se ve atrapada entre dos opciones: vende entradas carísimas y se arriesga a que no las compren, o baja el precio y se arriesga a perder dinero.

"No puedo tener un punto de equilibrio donde mi ocupabilidad está por encima del 70% del aforo. Con la asistencia y la taquilla puede que no llegues a pagar, entonces necesitas auspicios", anotó.

"Cuando hay un artista de esta envergadura y no quieres poner un precio prohibitivo, tú necesitas un auspicio de respaldo, y es lo que está faltando el país, que las marcas se involucren un poco más con la industria musical", añadió Toledo.

En tercer lugar, las fechas. Tenemos una competencia fuerte en la región. En Brasil o Argentina hacer cuatro o cinco fechas no es problema, mientras que nosotros apenas podemos con una. El calendario de la banda no es infinito, y deben elegir.

"En el caso de Foo Fighters entiendo que tuvo que ver más con el calendario de la banda, pero creemos que estamos preparados para recibirlos en la medida que tengamos un auspicio importante, no creo que deba pasar del próximo año", observó el ejecutivo de Kandavu.

Por otro lado, para los conciertos de rock y géneros afines, no existe una tradición o una cultura desarrollada en el país, lo cual nos lleva al último problema: la asistencia.

"Cuando Roger Waters hizo The Wall en Argentina llenó nueve canchas de River Plate, y la gente no paró de cantar todas las canciones", indicó. Es decir, casi 50,000 personas por cada fecha en Buenos Aires.

Para la gira Us & Them, el concierto del ex Pink Floyd en Lima apenas llevó 24,800 al Estadio Monumental, con una producción similar al de la otra gira en Argentina.

"En el Perú conviven muchos géneros musicales: somos un país salsero, cumbiero, de mucha música urbana. Pero nuestra tradición rockera no es tan larga ni tan amplia como en Argentina o Chile", anotó Toledo.

-Trámites-

¿Pero qué sucede con los que ya llegaron? ¿Cómo se logró traer a Mick Jagger y compañía al país? El primer factor es la paciencia.

"Para las bandas grandes, necesitas más de uno o dos años de anticipación para ir negociando y afinando detalles. Pero no empieza con una negociación, sino con construir una relación con la gente que maneja las giras", anotó Toledo.

También implica prestar atención a cuándo los artistas deciden salir de gira. Una vez que lo hacen, se eleva la propuesta a estos managers, que manejan las fechas regionalmente.

"Todo es gradual en el mundo de los conciertos. Cuando quisimos hacer Roger Waters, los promotores te preguntan qué has hecho antes. Buscan referencias tuyas, cómo hiciste tu show, si eres una empresa seria, sino nunca van a recibir una oferta tuya", explicó.

“Claro que esto no se comunica hasta último momento. Para el próximo año estamos detrás de algo muy grande, tanto como una banda muy importante, como hacer festivales con varios artistas”, adelantó el ejecutivo.