Incasur
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La rutina de Marlin Saavedra suele ser agitada. A las seis de la mañana, la presidenta del directorio de Incasur (Industrias Alimentarias de Cusco) desayuna junto a sus colaboradores en el comedor de la compañía para después empalmar con las funciones que su cargo exige.

Sin embargo, algunos días son más cargados que otros, pues debe dedicarse también a sus estudios de doctorado.
Además, la también madre y ama de casa, revela convencida que, cuando una persona ejerce lo que le apasiona, el cansancio pasa a segundo plano.

¿Qué es lo más representativo de una empresa familiar?
Tenemos fiestas costumbristas. No todos somos católicos, pero es parte de la organización. La más representativa es la de Santa Rosa. Y funciona además como actividad de integración porque se hacen bingos o rifas, todos participamos.

¿Cómo calificaría su estilo de liderazgo?
Tradicional. Para mí, hay cosas que no van a cambiar: el respeto viene acompañado del saludo. Somos 220 personas, pero siempre estamos en contacto. Hay algo que está prohibido en mi empresa, y eso es tener las puertas cerradas. No hay forma que a un empleado que quiera hablar conmigo o con un gerente se le diga no. Se le recibe automáticamente.

¿Cómo es trabajar con colaboradores millennials?
Para mí, es relativamente fácil porque tengo una hija millennial y ya he venido trabajando de hace un tiempo acá con ellos. Los millennials son difíciles, viven otra onda, pero nos estamos adaptando.

¿Cómo se aseguran no solamente de captar talento sino de retenerlo?
Nosotros no somos una empresa grande. Por ahora, las líneas de carrera son muy cortas, pero tratamos de mantenerlos dándoles más educación y ofreciéndoles la oportunidad de ascender cuando la hay.

¿Cómo es su rutina fuera de la oficina?, ¿cómo disfruta los momentos en familia?
Tenemos una vida bastante agitada. Estudio, tengo un hogar y la empresa. Normalmente, los días sábados y domingos son medio sagrados para la familia. Tratamos en lo posible de estar los cuatro y hacer actividades juntos.

Convivir en las mañanas con los trabajadores ¿le permite conocerlos un poco más?
Sí. Como saben que soy abogada, siempre hay alguien que tiene una consulta (ríe). Así que algunas veces les dedico unos minutos. Nos vamos conociendo porque siempre hay algunos más chistosos, otros más callados. Pero uno puede ver cómo son fuera de las labores.

¿A qué lugares le gusta viajar?
Primero está el Perú. Conocemos casi todo el país. Cuando son los días más cortos para viajar, el destino es algún lugar del interior. En feriados largos, cualquier país que se nos pueda ocurrir. Vamos más a México porque tenemos amistades y casa allá.

¿Es posible desconectarse totalmente, o siempre revisa el correo en vacaciones?
En lo posible, trato de desconectarme, por lo menos, los primeros o últimos días, salvo que haya algo muy complicado o urgente. Considero que es posible hacerlo porque confío en el equipo que tengo. En unos diez días no va a pasar nada que no se pueda superar o que ellos no puedan manejar rápidamente. La empresa tiene un equipo muy privilegiado y no dudo de su capacidad.

¿Considera que ahora que hay más mujeres en altos cargos?
Mi gerente general es mujer, mi jefa de desarrollo también. En la parte ejecutiva somos más mujeres que hombres. Mi esposo (‘past president’ de Incasur) era el único hombre. Siempre ha predominado la presencia de mujeres en la empresa.