Los teatros reabren sus puertas, encienden las luces y esperan a aquel público fiel que solía revisar la cartelera en busca de funciones por aplaudir. ¿Será todo igual que antes? No. Productores y actores caminarán a tientas. Pero, bajo el protocolo del Ministerio de Cultura parece ser posible generar rentabilidad para el sector.
Replantear la oferta
Hay un portafolio interesante de obras que se pueden llevar a cabo por necesitar menos actores en escena como “El señor Armand, alias Garrincha”, que presentó la Alianza Francesa con Miguel Iza; o el unipersonal que planea llevar a cabo La Ira Producciones al aire libre. “Los costos de producción no son elevados y la escenografía es mínima”, señala su productor Pedro Iturria.
La clave es garantizar la acogida, por lo que este año se verá sobre todo reposiciones comerciales cuyos gastos sean reducidos. En las obras más grandes del Teatro Pirandello el vestuario y escenografía podían superar el 60% del presupuesto.
Además, una obra nueva requiere al menos dos meses de preparación, mientras que relanzar una necesitaría unas semanas. Así, por ejemplo, volverían a escena títulos como “Toc Toc” o “Las chicas de 4to C”.
En ese caso, La Plaza ha contemplado abrir solo los fines de semana y ya no seis días a la semana.
Iturria, quien también es presidente en Playbill, tiene una reposición en mente y una obra nueva “cuya temática es el covid-19 y ha funcionado bastante bien en el extranjero”.
Por su parte, Ivette Palomino, que tiene experiencia en el traslado a espacios abiertos de cinco obras que solían realizarse a puertas cerradas, señala que vale la pena contemplar el uso de plazuela al lado del Teatro Municipal de Lima. “Muchas de nuestras salas tienen el formato escalonado y ahora con esas cuatro metros de distancia entre el público y el escenario, se van a tener que eliminar las primeras filas”, comenta.
Aforo y precios
Respecto al impacto de contar con un aforo máximo, la gestora cultural sostiene que antes de la pandemia una buena temporada podía llenar entre el 60% y 70% de una sala pequeña que, en promedio, tiene 190 butacas. “Es la misma cantidad que habríamos tenido antes de la pandemia solo que distribuido por butacas”, indica.
Por su parte, Alexandra Araujo, CEO de Teatro La Plaza, cuenta que la ocupación pagada no bajaba del 75% y en Los Productores del 80%. “En el teatro Pirandello, el 30% son 212 butacas. Debería ser muy fácil llenar. El desafío es pensar cuál sería el precio adecuado”, reflexiona.
Al respecto, Iturria comenta que la estrategia es hacer dos funciones al día de la obra que durará 40 minutos. De esta manera duplicaría el aforo a 80%, “que es lo normal”.
Para él también lo más difícil de decidir son los precios de las entradas, “pues las ganancias creo que se podrían llevar a cabo con un mínimo de 70% del aforo que nos permiten ahora”.
Lo único seguro es que reanudar actividades con un ticket de S/50 resulta demasiado optimista. “Calculamos que será mínimo S/35”. De hecho, el productor comenta que las obras presenciales planeadas hacia setiembre también podrán verse en vivo virtualmente para mantener esos ingresos. “El año pasado presentamos cuatro obras y con cuatro funciones cada una. En promedio, se vendían 350-400 entradas por función, pero ya bajó la acogida”, concluye.
Preparados pero con cautela
Las salas de teatro podrán funcionar con un 40% de aforo máximo y funciones de máximo 90 minutos, mientras que espacios libres con un 60% de aforo. “Antes de reanudar, veremos cómo les va a otras organizaciones y haremos una revisión interna financiera”, apunta Alexandra Araujo, gerente general de Teatro La Plaza y Los Productores, quien comenta que el aire acondicionado de las salas ahora tendrá unos filtros similares a usados en los aviones.
Usualmente, según productora artística Ivette Palomino, antes de la pandemia se consideraba un 5% para cubrir imprevistos. Para La Plaza, este monto asciende a 20% y, a los ojos de Araujo, este porcentaje ahora será “mucho más variable de lo que nos gustaría reconocer”. Pues antes un contagio dentro del staff implicaría la cancelación de la temporada.