Con la nueva normalidad de operaciones va a surgir un modelo de oficinas compartidas, pero no en las zonas corporativas de Lima, sino en diversos distritos.
Con la nueva normalidad de operaciones va a surgir un modelo de oficinas compartidas, pero no en las zonas corporativas de Lima, sino en diversos distritos.

Han pasado casi cuatro meses desde que la pandemia del coronavirus obligó a muchas empresas a movilizar el trabajo de su personal desde las tradicionales oficinas al trabajo remoto en los hogares.

Dennis Fernández, vicepresidente del Segmento B2B de Movistar, comenta que el futuro del trabajo cambió y que si bien el trabajo volverá a las oficinas, no será al 100%.

“Habrá un 30% o 50% del personal de las empresas que se mantendrá en trabajo remoto, eso depende de las actividades que desarrollen”, sostuvo.

Y en caso retornen a sus oficinas, habrá un cambio en los espacios que aseguren el distanciamiento social.

Además, considera que se darán otros cambios en las personas que realizan trabajo remoto, y es que, pese a las reuniones virtuales, en varias ocasiones será necesario las reuniones presenciales, aunque no necesariamente en la oficina principal de la empresa.

“Lo que vemos es que va a surgir un modelo de oficinas compartidas, pero no en las zonas corporativas de Lima, sino en diversos distritos. La nueva visión es la aparición de oficinas satélite, para las reuniones que se requieran de pizarra y demás”, remarcó Dennis Fernández.

Nuevos ambientes, con nuevos espacios ante una nueva dinámica que evite grandes desplazamientos de las personas en toda la capital.

En su caso, ya están trabajando desde Movistar para empresas con servicios de cámaras termográficas, para detectar los cambios de temperatura y dispositivos, como pulseras, que tienen una alarma cuando se rompe el distanciamiento social, de un metro y medio, mencionó.

Conectividad

En los últimos meses la demanda por los servicios de banda ancha se ha disparado, cuya conectividad ahora se ha concentrado en los hogares.

Ante ello, Dennis Fernández señala que este hecho obedece a un cambio al interior de las mismas familias, que antes se conectaban a distintas horas en sus viviendas, pero que ahora lo hacen todos juntos, para estudios o trabajos.

“Aunque la tecnología va a mejorar y para ello se están realizando las inversiones. Lo primero que se tiene que realizar es organizar las actividades en el hogar”, para distribuir el uso de la banda ancha, comenta.

“El wifi funciona como un foco de luz, mientras más te alejas, será más difícil la conexión. Hay un 40% de usuarios que tienen un uso inadecuado”, sostiene.

De la misma manera, la conexión al cable UTP mejora el servicio, dijo.

Desconexión digital

Uno de los retos que resalta Dennis Fernández es que el trabajo remoto exige de una desconexión digital también, pero eso requiere de un cambio en el liderazgo de las organizaciones.

“En estos meses sentimos que hemos trabajado más horas. Ahí se tiene que poner un límite para ir a una desconexión digital”, comenta.

Detalla que en Telefónica se estableció un acuerdo con los trabajadores para reconocer el derecho a la desconexión digital, que se plasmó en decisiones concretas como no tener reuniones antes de las 9 am ni después de las 6 pm, ni entra la 1 pm y 2 pm. Salvo excepciones por temas de emergencia, pero deberían ser lo menos.

Sostiene que cuando uno trabaja desde casa se olvida que está en el hogar y que ahí está la familia, por ello es necesario definir y controlar esa frontera.

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