Salas de cine (Foto: Difusión)
Salas de cine (Foto: Difusión)

El crecimiento económico y el nivel de ingresos de la población son factores que influyen mucho en el negocio del cine.

Sin embargo, es en periodos de crisis, como el actual escenario de paralización de actividades y aislamiento social para evitar la propagación del covid-19, que los ciudadanos reemplazan su gasto en entretenimiento por bienes y servicios primarios como alimentos, salud o educación.

Esto condujo al sector de ser uno de los más rentables del país, con una rentabillidad patrimonial (ROE) de 74% al cierre del 2019 (superior al 49% del año anterior), hacia el cierre temporal de sus locales por ser posibles focos de contagio masivo.

El negocio del cine es uno de los más golpeados y que mayor incertidumbre enfrentan para los próximos meses, señaló Alejandro Gómez Saba, presidente de la Asociación Peruana de Finanzas (APEF).

Según un reporte de calificación de riesgo de Apoyo & Asociados, con la incursión de las cadenas de multicines en el Perú, se inició una tendencia creciente en la industria.

Así, indica que entre el 2010 y 2014, el número de pantallas creció en promedio un 12% por año. En el 2016 y 2017, los incrementos fueron de 7.3% y 6.4%, respectivamente, mientras que en el 2018, el número aumentó en tan solo ocho pantallas, lo que significó un incremento anual de 1.3%.

Empero, el panorama para este año es distinto; si bien es un sector importante va a tener que reinventarse de alguna manera para caminar nuevamente, refirió Gómez Saba.

“Es un caminar cuesta arriba porque está muy complicado que se mantengan sin funcionar varios meses, es difícil que el negocio se levante después”, agregó.

Para el especialista, un posible escenario optimista que lleve a una recuperación sería una cura o vacuna que mitigue el riesgo de contagio.

De esta manera, cuando vuelvan a abrir podrían hacerlo con un aforo más limitado y un retorno gradual del público, comentó.

También mencionó que posiblemente sea momento de algún tipo de consolidación, reducir algunas salas o reacondicionarlas para un menor número de asistentes.

Asimismo, podría llegar a un formato virtual pero eso los llevaría a competir con servicios de streaming como Netflix y sería una experiencia muy diferente a la tradicional, añadió.

Por tanto, esta posibilidad está un poco lejos pues implicaría mayor inversión y este segmento será uno de los últimos en reactivarse, manifestó.

“La recuperación podría ser incluso hasta el próximo año pues salir de la crisis sanitaria dependerá de qué tan rápido tengamos una vacuna o una reducción significativa de contagios y aún falta para eso”, acotó.