Habrá momentos cuando pases demasiado tiempo en el trabajo y no ganes ni un centavo. Tu pasión es la que te va a impulsar a que sigas adelante. (Foto: iStock)
Habrá momentos cuando pases demasiado tiempo en el trabajo y no ganes ni un centavo. Tu pasión es la que te va a impulsar a que sigas adelante. (Foto: iStock)

La dedicación y perseverancia son factores fundamentales para que un negocio tenga éxito.

Sin embargo, es necesario diferenciar cuándo dicho sacrificio deja de ser rentable para el emprendedor y se convierte en una carga.

El docente del Programa Especializado en Finanzas de la Universidad de Piura, Yang Chang, comentó que lo primero a evaluar es si el comercio está generando margen por cada unidad que vende.

Señaló que si el microempresario no gana por cada bien producido, o gana muy poco, y es insuficiente para cubrir los costos operativos, el negocio no debería mantenerse.

En la medida que el comercio no rinda lo necesario como para reabastecerse, obligará al microempresario a subsidiarlo vía sus ahorros o préstamos, agregó.

Asimismo, mencionó que la estrategia es otro indicador fundamental para saber si vale la pena seguir apostando por un negocio.

El proceso de inversión dura aproximadamente un año, en este periodo el costo de adquisición de un nuevo cliente es elevado por lo que tiene todo el sentido que se le dedique tiempo completo, sostuvo Chang.

Durante el segundo año, continuó, se cuenta con una calidad de servicio determinada y el microempresario debería reducir la presión de horas-hombre, pues es una etapa de consolidación de la cartera de clientes.

Si bien antes el emprendedor tenía que estar desde la primera hora del día hasta el cierre del negocio y era quien abría el local, cobraba y limpiaba; después del primer año y con cierto flujo de ingresos tendría que contratar a alguien que le apoye, sugirió.

El especialista indicó que a partir del tercer año, el comercio debería empezar a generar dinero.

“Si (el emprendedor) nunca salió del primer año y durante los años siguientes continúa en la misma idea de hacer todo, es mejor cerrar el negocio pues eso no tiene sentido”, manifestó.

En ese escenario, es recomendable que busque un empleo que le demande menos horas de trabajo, con mayor flujo de clientes y una remuneración más elevada, acotó.

En la misma línea, resaltó que se debe aprender a identificar el origen del problema si el negocio no está funcionando correctamente.

“Si es una falla estructural interna y el microempresario se da cuenta que su producto o servicio es malo, va a perder dinero”, advirtió.

Además, refirió que el emprendedor podría mejorar pero si la causa es un cambio en las preferencias del consumidor tendrá que adaptarse a la nueva demanda o despedirse del negocio pues dejará de ser rentable.

En tanto, destacó la existencia de los negocios de sobrevivencia, aquellos que no buscan escalar sino que generan el ingreso para los gastos del día a día.

“En estos casos no hay opción, más que rentabilidad es lograr vender algo o no tener para comer”, añadió.