Refinanciamiento de deudas
Refinanciamiento de deudas

Tras el inicio del estado de emergencia, gran parte de la cartera de créditos de las entidades financieras fue reprogramada a fin de no perjudicar la situación del cliente en las centrales de riesgo.

Sin embargo, un grupo que no cumplía con los requisitos para esta reprogramación, se benefició con el congelamiento en el conteo de días de atraso en el pago de su deuda.

Las microfinancieras advirtieron que al retomar este conteo, en agosto según indica un decreto emitido por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), estos préstamos podrían deteriorar la calificación de los deudores y representarían mayores provisiones por riesgo de impago para las entidades.

Para evitar esta situación, aquellos negocios que ven la refinanciación como un respiro y deseen reinsertarse en el sistema financiero deberán estar abiertos a la negociación, sugieren especialistas del mercado.

Lo primero es tener la voluntad de querer solucionar su deuda para seguir siendo sujetos de crédito después de la pandemia, dijo Wilber Dongo, gerente central de Negocios de Caja Arequipa.

Si un cliente entra en default (impago), son cinco años sin acceso a financiamiento y para reactivarse en el sistema debe cumplir con su deuda, agregó.

Sostuvo que la mayoría de financieras están ofreciendo facilidades para que el primer pago tras el refinanciamiento del crédito sea por lo menos en enero del próximo año.

“Lo que se pide luego es una cuota mínima, lo que queremos es ayudar a los deudores dentro de esta emergencia”, acotó.

Además, recomendó atender los canales de contacto que utilizan las entidades financieras como llamadas, mensajes o correos electrónicos, pues lo que buscan es conocer el estado actual del negocio a fin de establecer mejores condiciones de pago en la refinanciación.

Según Walter Rojas, gerente central de Negocios en Caja Cusco, las evaluaciones deben ser individuales pues se quiere saber la magnitud del golpe de la crisis en la economía del cliente.

Este análisis permitirá determinar su capacidad de pago real y definir la cuota y el plazo de crédito refinanciado, añadió.

El refinanciamiento no es otorgarle más dinero al deudor sino brindarle mejores condiciones para que pueda seguir pagando, pero con un deterioro en su calidad de cliente de crédito, manifestó.

Incluso, si las personas no reciben comunicación de su entidad financiera, pueden acercarse a una oficina, manteniendo los protocolos de seguridad, y solicitar una negociación de su préstamo, aseveró Dongo.

A través de una resolución, la SBS permite al deudor que no ingresó al esquema de reprogramaciones de crédito, presentar su propuesta para un refinanciamiento y la entidad financiera tiene siete días para responderle y acordar algo con su cliente, enfatizó.

El ejecutivo recomendó tener en cuenta el sector en que se desempeña el negocio al momento de establecer las nuevas condiciones de su contrato pues los segmentos que aún no retoman actividades requerirán de más plazo y períodos de gracia.