Tras la declaración del estado de emergencia nacional por 15 días calendario, debido a la rápida expansión del coronavirus en el país, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) extendió facultades para que las entidades financieras adopten medidas de excepción a fin de facilitar el pago de deudas de los peruanos.
Así, las entidades podrán reprogramar las diversas modalidades de créditos de sus clientes a fin de evitar un deterioro en la calificación crediticia del deudor; sin que esta reprogramación conduzca a un refinanciamiento, es decir, a un cambio en las condiciones del crédito que sí perjudicaría su historial en las centrales de riesgo.
El gerente central de negocios de Caja Cusco, Walter Rojas, comentó a Gestión en qué consiste la reprogramación de una deuda y brindó algunas sugerencias para quienes deseen solicitarla.
Hay dos modalidades de reprogramación permitidas por la SBS, la primera fue implementada en el 2010 y se otorga a los clientes de manera individual previa coordinación con la entidad financiera, señaló.
La segunda se aprobó en el 2017 y permite que la entidad financiera lleve a cabo reprogramaciones unilaterales, al plazo que considere necesario y sin acuerdo previo con el cliente, dijo.
“Cuando no se tiene forma de contactar con el cliente, es imposible verlo y ponerse de acuerdo, se hace esta operación en bloques, de manera masiva, para no afectar su calificación crediticia”, acotó.
Según el gerente, este segundo tipo de reprogramación se enfoca tanto en créditos a personas naturales como a micro y pequeñas empresas (mypes), que por lo general residen en zonas alejadas y no tienen acceso a los diversos canales de atención que ofrece la entidad.
Asimismo, mencionó que estas operaciones se realizan en aquellos periodos en los que los ingresos de los clientes se ven afectados por determinados eventos inesperados, por lo que al término del periodo de emergencia las entidades informan a sus clientes sobre la reprogramación unilateral realizada.
“Se contacta con cada cliente y se le pregunta si está de acuerdo con las condiciones de su reprogramación, si no lo está, se revierte la operación y se asignan nuevas condiciones de prórroga de la cuota”, sostuvo.
También hay quienes prefieren no reprogramar su deuda y continúan con su plan de pagos habitual, agregó.
Para Rojas, la mejor manera de reprogramar un crédito es primero comunicarse con su funcionario o analista asignado por la entidad financiera.
En caso no se tuviese contacto, se debe llamar a la central telefónica para que le informen quién es la persona encargada de su cartera, a fin de iniciar el trámite, refirió.
“En el proceso de reprogramación el cliente no necesita ir a una agencia, puede hacerlo por teléfono o a través de los otros canales electrónicos, pues la información del cliente la tenemos en la entidad solo haría falta coordinar las condiciones", añadió.