Tarjeta de crédito (Foto: Freepik)
Tarjeta de crédito (Foto: Freepik)

Siempre es bueno contar por lo menos con una tarjeta de crédito para cubrir cualquier emergencia o eventualidad.

Aunque, hay distintos errores que se pueden cometer cuando se adquiere por primera vez una de estas tarjetas, dijo Alfredo Cardoso, docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Piura.

El primero, y tal vez el más importante, es no fijarse en los costos asociados al obtener este producto, señaló.

“Muchas veces, por la premura, el cliente acepta una tarjeta de crédito para cubrir una necesidad específica, pero no lee la letra pequeña donde se indica la tasa de interés, comisiones o costos de membresía los que resultan ser muy altos”, agregó.

Indicó que la segunda mala decisión es disponer de efectivo a través de un cajero apenas el banco entrega la tarjeta al usuario.

Esto conduce a un tercer error que es sobreendeudarse, tener un gasto tan elevado que quizás no pueda asumir la deuda en el corto plazo, refirió.

O, complementó, no contar con los ingresos mensuales para poder sostener los costos de consumo que pueda tener la tarjeta.

El docente manifestó que se debe tener en cuenta que una tarjeta es un instrumento de deuda utilizado para adelantar un consumo que se tenía previsto hacer en el futuro.

Por tanto, considera que hasta un 20% del ingreso mensual de una persona podría designarse para pagar la cuota de una tarjeta de crédito.

Así, aun se tiene el 80% restante disponible para otras necesidades como vivienda, alimentación, vestimenta y demás, “de lo contrario estaría muy ahogado”, mencionó.

En la misma línea, advirtió que otro error común con la primera tarjeta de crédito es aceptarla por una determinada promoción, una compra específica en una casa comercial.

“A veces, por el impulso que tiene la compra y consumo inmediato, un usuario cae en esta tentación y puede asumir una obligación que le genere costos permanentes”, afirmó.

Finalmente, Cardozo comentó que una última equivocación se genera cuando el titular de una tarjeta solicita una extensión de su línea para beneficiar a algún familiar.

Sin embargo, el pariente solo realiza gastos y compras innecesarias lo que perjudica solamente al deudor principal del producto.

Es especialista recomendó además buscar una tarjeta “que sea cómoda, barata, que funcione con distintos comercios y entidades a fin de capturar mejores oportunidades de acuerdo a las necesidades”.