La crisis económica del coronavirus COVID-19 generó que diversos negocios tengan que reinventarse y/o cambiar de giro para mitigar el impacto económico. Una de las empresas que tomó esta decisión fue la famosa peña Del Carajo, que en julio cambió las guitarras, cajones y festival criollo por el carbón, fuego y salsas de un pollo a la Brasa.
De esa manera, crearon ‘Del Carajo Pollería’ un nuevo concepto del famoso local barranquino que poco a poco se ha ido ganando un lugar en los paladares peruanos. Damián Ode, dueño de la empresa cuenta a Gestión.pe los detalles de esta implementación, el trabajo que vienen realizando actualmente y los planes comerciales para cuando la peña vuelva a reiniciar sus actividades.
“Es un concepto afín a nuestra marca. Tenemos la receta de 1950 y le hemos dado un toque Del Carajo. En cuanto al proceso, lo teníamos todo, menos el horno. Por ello, apelamos a un amigo que es experto en pollería. Luego armamos la cocina, impulsamos el branding y salimos al mercado”, explica Ode.
Añade que gracias a la puesta en marca de la pollería, pudieron mantener a los trabajadores, quienes en su mayoría son vecinos de Barranco y han podido seguir cumpliendo sus funciones.
Ode detalla que la pollería fue inaugurada en julio, una semana antes del Día del Pollo a la Brasa y que los resultados obtenidos en los primeros meses han sido sumamente positivos, mucho mejor de lo que imaginaron. Atienden en salón y cuentan con su propio delivery y las buenos resultados han impulsado seguir aumentando los ánimos de expansión.
Planes comerciales
Ante el éxito de la pollería, Del Carajo planea aumentar sus inversiones. En este momento se encuentran seleccionando a dos nuevos socios que les permitirá abrir nuevas tiendas y así expandir el negocio. Del mismo modo, planean abrir un nuevo giro, además de la venta de Pollos a la Brasa, pero ligado a la gastronomía.
“Estamos abriendo ‘Patio Catalino’, un espacio especializado para ‘Food Trucks’ donde tenemos varios camiones con buenas propuestas gastronómicas”, explica. En cuanto a la peña, tienen planeado retomarla en el futuro y fusionarlo con la pollería.
“Lo estamos haciendo y funciona muy bien. Los clientes nunca perdieron contacto con nosotros. Han continuado siguiéndonos y ahora piden pollo a la brasa, anticuchos, parrilla y picarones. Estamos agradecidos con ellos”, comenta.