La historia detrás de las marcas peruanas: D’Onofrio

Una de las marcas más antiguas y valiosas del Perú tiene un origen humilde a manos de un inmigrante italiano que supo aprovechar el incipiente negocio de la venta de helados en el país. ¿Cuál es la historia detrás de D’Onofrio?

Desde hace más de un siglo, D’onofrio se ha convertido en un referente en el mundo de los helados en Perú. Esta icónica marca, fundada en 1897 por Pietro D’Onofrio, ha cautivado el paladar de generaciones de peruanos con sus característicos productos y su manera de llegar al público.

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¿Cuál es el origen de D’Onofrio?

Con una historia llena de tradición e innovación, D’onofrio se ha ganado un lugar especial en la historia de industria heladera del país.

• La marca peruana tiene un origen en 1897 de la mano de Pietro (Pedro) D’Onofrio, un joven de 21 años que decidió partir de su natal Sessa Aurunca en Italia para buscar un mejor futuro en Rosario, Argentina.
• Raffaele Cimarelli, propietario de un carrito de helados y viejo amigo de Pedro, le ofrece el traspaso de su negocio. D’Onofrio aprendió a prepararlos y empezó su camino de emprendimiento.
• Pedro D’Onofrio regresa a Italia para encontrarse con su madre. Al tiempo, su amigo Cimarelli lo invitaría a Estados Unidos, contándole que es un buen lugar para la venta de helados, a lo que él acepta y decide viajar.
• A fines de 1897, con 41 años, Pedro y su familia viajan a Lima con un carrito de madera a tracción humana para repartir helados al saber que esta actividad era poco conocida en el país.
• “Imperial” es el nombre del primer helado que salió a la venta. Con ello, primero se instala en Pachacamilla y luego en Granados en Chacarilla hasta 1914. Finalmente, se traslada al local en la Avenida Grau, donde se posicionaría tiempo después.
• Tras una década de trabajo, el empresario empezó a realizar cambios y adecuaciones a sus insumos de helados. En ese crecimiento, Pedro decidió optar por la compra de una fábrica de hielo, en lugar de traer nieve de los Andes.

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• En 1919, con la ayuda de su hijo mayor, Antonio D’Onofrio, el comercio prosperó y se expandió con la ayuda de los carritos. No obstante, también se percataron que el negocio solo era próspero durante 5 meses al año, por lo que deciden diversificar los productos.
• En 1924 instalan la primera fábrica para la producción de chocolates, tras el ingreso de la marca al rubro de las golosinas. A ello se suman nuevos productos como caramelos y galletas.
• Tras dos años de trabajo, nace Sublime, una elaboración de chocolate envuelto en papel manteca que durante sus primeros años gozó de popularidad. Este mismo producto se convertiría en el futuro en uno de los más famosos con un dominio del mercado sin igual.

• En 1937, Pedro D’Onofrio fallece a los 78, dejando a cargo de la compañía a su hijo mayor: Antonio D’Onofrio.
• Durante la década del 50, el empresario ahora dueño del imperio familiar, decidió introducir al mercado el panetón, en alianza con la firma italiana Alemagna.
• Pese a su éxito y popularidad, D’Onofrio no lograría soportar la crisis económica de 1980, por lo que deciden vender sus acciones, las cuales fueron compradas en su mayoría por el Grupo Gloria. En 1990, la familia Rodríguez se queda con el dominio total de la empresa.
• En 1997, la multinacional Nestlé se mostró interesada en comprar D’Onofrio debido a su importante dominio del mercado, por lo que ofrece US$ 80 millones por la empresa.

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