La compra de Twitter por parte de Elon Musk se vio envuelta en la polémica (Foto: AFP)
La compra de Twitter por parte de Elon Musk se vio envuelta en la polémica (Foto: AFP)

Ya comenzó la era en Twitter. El conocido como el “hombre más rico del mundo” se ha convertido en el flamante dueño de la red social del pájaro azul tras una fuerte disputa con sus directivos que llegó hasta los tribunales. Aquí te contamos la historia.

El día que, finalmente, realizó la compra por US$ 44,000 millones, Musk, quien además es CEO de Tesla y Space, ingresó a la compañía cargando un lavadero y ya ha hecho sentir su poder.

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Una de las muestras ha sido el despidió al CEO Parag Agrawal y de otros dos ejecutivos, así como a 3,700 empleados. Elon Musk ha dicho que planea repensar las políticas de moderación de contenido de Twitter para darle entrada a un enfoque más maximalista de la “libertad de expresión” y anunciado medidos para monetizar con la red social.

¿CUÁL ES LA HISTORIA DETRÁS DE LA COMPRA DE TWITTER?

A finales de marzo, en San José, California, los directivos de Twitter y Elon Musk llegaron a un acuerdo para que el hombre más rico del mundo se una a la junta directiva de la red social. Aunque la reunión fue de maravilla, los problemas llegaron después. Conoce todo lo que sucedió, de acuerdo con un informe de la .

Aunque, a principios de abril, Musk parecía contento con su puesto en la junta directiva de Twitter y tuiteaba regularmente sobre cómo podría cambiar la empresa, luego las reuniones privadas entre él y el entonces director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, no fueron bien. No se ponían de acuerdo sobre cómo arreglar la plataforma.

Elon Musk ingresó en la sede central de Twitter con un fregadero en sus manos (Foto: Getty).
Elon Musk ingresó en la sede central de Twitter con un fregadero en sus manos (Foto: Getty).

OFERTA DE COMPRA

El 14 de abril, el multimillonario declaró públicamente que quería comprar Twitter, con todo incluido y ofreció US$44,000 millones. La junta de la empresa inicialmente rechazó la oferta, pero el 25 de abril anunció que había aceptado la oferta.

Musk argumentó que Twitter había perdido el rumbo y que había restringido con demasiada frecuencia la libertad de expresión. Semanas y meses posteriores al acuerdo se produjo la caída de las acciones tecnológicas y el valor de Twitter también disminuyó.

El magnate, además, pidió repetidamente a Twitter que proporcionara datos sobre cuántos usuarios reales tenía la plataforma. Los ejecutivos de Twitter indicaron que la cifra era menos del 5% de los usuarios activos diarios, según estimaciones de cuentas seleccionadas al azar, eran bots. Musk no creyó y respondió con el emoji de un excremento.

Musk se retracta

El 8 de junio, Musk anunció que quería retirarse del acuerdo. Twitter no lo aceptó, argumentando que el acuerdo era legalmente vinculante y que deshacer el trato no era una opción.

Con abogados muy costosos en ambos lados, se fijó una fecha en la corte en Delaware para el 17 de octubre para decidir si Musk se vería obligado a comprar la compañía.

Ese día, Twitter argumentó que le había dado a Musk amplia información sobre cuántos usuarios reales tenía. Musk argumentó que la compañía podría tener muchos más bots de los que había afirmado públicamente, e incluso acusó a la empresa de fraude. Todo esto afectó a la red social.

CAMBIO DE OPINIÓN: LA COMPRA VA

Cuando parecía que iba a ser uno de los casos más grandes de la historia, sorpresivamente, Musk anunció que seguiría con las negociaciones de compra. “Comprar Twitter es un acelerador para crear X, la aplicación para todo”, dijo.

¿Qué pasó? Unos días antes de que anunciara su cambio de posición, Musk debía declarar ante los abogados de Twitter. Tal vez quería evitar un contrainterrogatorio agotador y probablemente revelador.

Por su parte, Twitter aclaró que el trato se mantiene con el precio y las condiciones acordadas. También pidió que se postergue el caso judicial, no que se cancele.

Musk tenía hasta las 5 de la tarde (horario de California) del 28 de octubre para reunir el dinero. Sus ricos amigos y los bancos aportarán miles de millones. El resto salió del bolsillo de Musk, vendiendo algunas de sus acciones en Tesla.

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